Los vecinos de Valliniello quieren saber qué uso dará el Principado al colegio Fernández Carbayeda, cuya existencia como tal tiene las horas contadas. Y es que el consejero de Educación, Genaro Alonso, anunció esta semana que los seis escolares que actualmente acuden al centro comenzarán el próximo curso en el de Llaranes. "Era una muerte anunciada, y aunque es doloroso que muera el colegio, lo que más nos preocupa es saber qué van a hacer con esas instalaciones", indicó el presidente de la asociación de vecinos, Javier Díaz. La incógnita, además, se suma a otra, ya que a escasos metros del colegio de Primaria hay otra instalación educativa a medio gas, el que fuera instituto y centro de FP, ocupado de forma temporal por los alumnos de Restauración, que pronto se trasladarán a un nuevo inmueble, dejando también vacías estas dependencias.

En este sentido, la concejala de Educación, Yolanda Alonso, afirmó ayer que la Consejería de Educación ya tiene una previsión para el centro, aunque no quiso adelantar más detalles. "El centro no se cierra, la Consejería quiere darle otro uso educativo a esos espacios", afirmó en referencia no sólo al colegio sino también al antiguo instituto de Valliniello, situado en las proximidades.

El paulatino descenso de alumnos ha abocado al cierre a este centro y, de hecho, el anuncio no sorprendió a nadie. Se inauguró a principios de la década de 1980 y en aquel entonces había unos 400 alumnos. Primero la demografía fue mermando la población escolar, y después, la construcción de la Ciudad Promocional -muy criticada por los vecinos de Valliniello, que consideraron que era un error- dejó el centro con mayoría de alumnos gitanos. El resto de familias dejaron poco a poco de matricular a sus hijos y el número de escolares continuó menguando. Hace ya más de una década, la Ciudad Promocional pasó a ser historia, y la matrícula continuó en descenso. Según explicó Yolanda Alonso, el último retroceso se produjo por la intervención municipal, cuando sacó a las familias de La Cabián. "A nadie se le escapa que el colegio se estaba quedando sin alumnado. Y los niños que hay en Valliniello no van al Fernández Carbayeda", apuntó la edil.

De hecho, según Javier Díaz, la mayor parte de los escolares van bien al colegio Principado (que pone autobús), bien al Enrique Alonso. "El Principado se volcaba con este colegio, estaba a la última de tecnología, tenía comedor... Pero ya me extrañó que el año pasado no tomaran medidas", reconoció el presidente vecinal. Y añadió: "Sería un cinismo pedir que no cerraran el colegio, al fin y al cabo nosotros mismos no llevamos a los niños ahí". Él mismo fue alumno del Fernández Carbayeda, cuando se inauguró, y cuando llegaban hasta cinco autobuses llenos de niños. "Quisiera que la gente viera cómo era entonces", señaló.

El presidente de la entidad vecinal cuestiona también la decisión del Principado de invertir en un edificio nuevo para la Escuela Superior de Arte -actualmente en construcción, en terrenos del Parque Empresarial Principado de Asturias- en lugar de haber intervenido en las instalaciones del antiguo instituto, adaptándolo así para el nuevo cometido.

La concejala de Educación defendió tanto el ahorro de recursos que supondrá llevar a los escolares a Llaranes como lo positivo que supondrá para ellos integrarse en otro entorno educativo. "Allí, no tienen ninguna actividad extraescolar, ni una asociación de padres que organice actividades. Es el momento de tomar esa decisión, y es en beneficio del alumnado", dijo. La Consejería prevé ofrecerles servicio de transporte hasta Llaranes y reubicar a los docentes bien en el propio Llaranes, bien en otro centro de su elección.

La reordenación del mapa escolar asturiano que planteó el consejero de Educación incluye también otra medida que afecta a Avilés, la remodelación y ampliación del Instituto Carreño Miranda, al margen de la ya mencionada construcción de la nueva Escuela Superior de Arte.