El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente desmontó ayer la versión del armador del pesquero portugués "Velliño", quien aseguró que su barco carece de los compartimentos ocultos -y por tanto ilegales- que apreció el servicio de inspección pesquera. El armador, Manuel Lago Maceiras, en declaraciones a este diario, también afirmó que tenía permiso para zarpar libremente de Avilés, pero tampoco eso es así, según el Gobierno central, pues para que el buque pueda hacerse a la mar, la empresa propietaria deberá primero depositar una fianza de 3.500 euros a cuenta de la probable sanción que le será impuesta, además de subsanar las irregularidades detectadas en el casco.

En una nota de prensa difundida ayer de tarde, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente detalla los pormenores de la inspección realizada el 29 de febrero al "Velliño", que se encontraba frente a la costa asturiana (a la altura de Gijón) y en el que se hallaron 25 cajas de caballa sin declarar, con un peso de alrededor de 350 kilogramos. "Algunas de esas cajas se encontraban en un compartimento oculto, no consignado en el plano de bodegas, donde también se encontraron cajas de pescado de otras especies. En la inspección, se encontró un segundo compartimento oculto, también sin consignar en el plano de bodegas, aunque con cajas vacías", explica la nota del Ejecutivo.

La detección de esas irregularidades, tipificadas como dos infracciones graves, supuso el envío del barco arrastrero al puerto de Avilés, donde otros inspectores de pesca confirmaron las posibles infracciones, siempre según la versión ministerial.