"Quise entrar en política para limpiar el partido pero no me dejaron hacerlo". Esta es una de las afirmaciones que ayer realizó el ya exportavoz de Ciudadanos en Avilés, Juan Cuesta, quien ofreció una comparecencia en la sala de prensa municipal tras conocer su expulsión del partido. "Me voy triste y decepcionado, pero no enfadado. Triste porque por primera vez me impliqué en un proyecto que me exponía públicamente, y no conseguí sacarlo adelante, es un fracaso personal. Y también porque mi expartido engaña a la gente, no cuenta con los afiliados y los puestos no se adjudican por meritocracia, sino por dedocracia".

Cuesta abundó en detalles de por qué considera que su compañera de filas, la también concejala Carmen Soberón, es vaga. "Faltó a cinco plenos, no acude a la mayoría de las comisiones, no estuvo en una sola reunión con afiliados, no presentó ni una pregunta... Lo de vaga lo mantengo, porque vago es quien no cumple con sus obligaciones". Aireó además hasta 40 actos donde Soberón estuvo ausente. Y añadió: "No soy políticamente correcto pero sí sincero y directo. Y no tolero a los vagos, a los que intentan vivir del dinero público", sentenció. El exportavoz de Ciudadanos subrayó que, en cualquier caso, el castigo excede a la falta, pero que aunque tiene abierta la vía de la justicia, le parece "absurdo" recurrir a ella: "No quiero saber más de este partido que representa lo peor contra lo que vine a luchar". Así las cosas, si Cuesta mantiene su decisión, y Soberón continúa en la Corporación, ésta tendrá 24 miembros de facto, en lugar de los 25 electos.