La asociación de vecinos de Pillarno tiene difícil celebrar el año próximo las bodas de plata de su fundación. La entidad celebró el martes una asamblea "in extremis" para evitar su disolución ante la falta de socios para hacerse cargo de la junta directiva tras cumplir la actual sus tres años de mandato. "No se presentó ninguna candidatura, pero nos hemos dado un mes de plazo para buscar una solución que nos permita continuar con la asociación", señaló ayer la secretaria en funciones, Mónica Menéndez.

La junta directiva saliente anima a los vecinos a presentar una candidatura que evite la disolución de la asociación. "Es una pena que tras 24 años se disuelva la entidad, que tiene más de 370 socios, casi el 40 por ciento de los residentes en Pillarno", manifestó Menéndez.

"Tenemos que evitar que la parroquia de Pillarno sea una ciudad dormitorio y hay que seguir promoviendo la vida social. Además, la asociación es un cauce más para intentar solucionar los problemas de los vecinos", dijo. El colectivo vecinal, que gestiona el centro social de Foxaco, promueve a lo largo del año fiestas, actividades lúdicas y culturales y actos de hermandad entre los residentes y los visitantes habituales de esta zona rural.

La parroquia de Pillarno tiene fama de ser muy activa. Además de la asociación de vecinos, cuenta con un club de fútbol que milita en Primera Regional, la asociación cultural "Amigos de Pillarno", el grupo de teatro "Garapiello", la comisión de fiestas de Pulide, la parroquia de San Cipriano y el colegio de Educación Infantil y Primaria dependiente del centro rural agrupado (CRA) Castrillón-Illas, así como un grupo de jóvenes que se reúne en Foxaco. "Con representantes de todas esas entidades se puede forman una junta directiva de la asociación de vecinos muy plural y con personas procedentes de diversos ámbitos que podría facilitar la organización de actividades", manifestó Menéndez.

La junta directiva saliente, que preside Rosa María Martínez López, ya anunció hace meses en varias reuniones su intención de no renovar sus cargos una vez cumplidos los tres años de mandato que fijan los estatutos. "Confiamos que en este mes que nos hemos dado de plazo podamos ser capaces de salvar a la asociación", concluyó Menéndez.