La aplicación Yodel revive de sus cenizas y vuelve a ser motivo de polémica en Avilés al convertirse de nuevo en una plataforma donde proliferan las ofensas, mofas e improperios dirigidos a jóvenes citando sus nombres, barrios de residencia y centros de estudios. Desde hace unos días, estudiantes de entre 14 y 18 años están sumándose a esta red social que se caracteriza por el anonimato y la proximidad.
Los usuarios pueden comunicarse de manera anónima con otros usuarios que se encuentren en un radio de diez kilómetros. Esta condición da pie a los jóvenes a verter todo tipo de comentarios, en su gran mayoría despectivos, con alto contenido sexual, machista y de violencia, sin ser reconocidos. La aplicación, que no requiere darse de alta ni tener un perfil, también permite enviar imágenes, tanto realizadas en el momento como almacenadas en la galería.
"Yodel se había desinstalado pero ha revivido. Cada vez entran más mensajes por minuto y seguro que con la llegada del fin de semana aumentan", apuntaba ayer Aida Vázquez Francisco al percatarse de cómo la red social ganaba dinamismo según avanzaba la tarde. Esta joven alumna del ciclo de Integración Social en el instituto Carreño Miranda ya había denunciado, en mayo de 2015, ante la policía, el acoso que sufrían algunos adolescentes avilesinos a través de dicha aplicación. Irritada una vez más por los mensajes irrespetuosos y dolientes, así como por la propagación de rumores, Vázquez ha emprendido una nueva batalla contra el mal uso de esta plataforma y quiere advertir a las fuerzas de seguridad, padres, profesores y alumnos sobre la misma.
"Es de un machismo absoluto, recoge muchos insultos a chicas", apunta esta joven, extremadamente crítica con los comentarios de mal gusto, también racistas, dice, que destacan de entre el conjunto de mensajes que circulan por esta vía de comunicación juvenil.
Además de utilizar Yodel para quedar y salir por la tarde o los fines de semana, los jóvenes también la emplean para organizar peleas. Las drogas están igualmente presentes en los diálogos de los usuarios adolescentes. De hecho, ayer, abundaban los chistes en torno a un joven que había adquirido y consumido ibuprofeno (antiinflamatorio no esteroideo) creyendo que se trataba de éxtasis.
