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El bis de "Tejedor", un premio para el público

El dúo avilesino llegó a juntar a 40 músicos en el escenario y puso un colofón memorable a su 20.º aniversario de su carrera

José Manuel Tejedor pide al público que aplauda; a la derecha, su hermano Javier, al acordeón. RICARDO SOLÍS

Hasta cuarenta músicos en los apenas cincuenta metros cuadrados que debe medir el escenario del Palacio Valdés dan una densidad artística como pocas veces se ha visto en Avilés; y eso fue lo que ayer ocurrió en el espectáculo (bis) con el que los hermanos José Manuel y Javier Tejedor celebraron sus primeros veinte años de carrera musical.

Emoción a raudales, calidad a puñaos, ambiente de fiesta -bueno, mejor convendría decir "de romería"- y las cosas que fallaron... pues se perdonaron, como el deficiente funcionamiento del micrófono de Carlos Goñi ("Revólver"), obligado a suplir con sus muchas tablas lo que la técnica le negó.

Así habló un emocionado José Manuel Tejedor cuando ya el concierto enfilaba la recta final: "Ha sido un fin de semana de muchísimo trabajo por la complejidad de sacar adelante un concierto de estas características pero ha merecido la pena; para nosotros han sido dos días históricos que nunca olvidaremos". Y para Avilés, probablemente también fue un concierto memorable, que conste. Tuvieron que venir el ya citado Carlos Goñi o Chus Pedro -quien, por cierto, nunca había cantado antes en el Palacio Valdés- a decirle al público de aquí el pedazo de artistas que son los Tejedor y compañía, como saben en media Europa y muy especialmente quienes frecuentan el Festival de Lorient.

Para alborozo del público, los Tejedor introdujeron ayer una pieza no tocada el sábado -un solo de percusión a cargo de varios miembros de la Banda de Gaitas "El Trasno", de Coaña- y rindieron homenaje a los compañeros del camino que se han ido, como Jandro Espina, bajista de "Ilegales", muerto hace apenas unas horas. José Manuel Tejedor hizo llorar a la gaita como sólo él sabe en ese momento tan emotivo; luego llegó el apoteósico fin de fiesta y se armó la danza en el patio de butacas. La traca.

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