El uso del parque de Ferrera el día de la comida en la calle por parte de los jóvenes ha despertado un intenso debate en la ciudad con colectivos a favor y en contra, tal y como informó hace dos semanas LA NUEVA ESPAÑA. A once días vista de la celebración de uno de los actos festivos más populares de Avilés y ante las toneladas de basura que genera dicho encuentro en el área verde, varias asociaciones vecinales, colectivos de defensa de la naturaleza y partidos políticos han alzado la voz para exigir medidas por parte del gobierno local que eviten el daño de un espacio incluido en el inventario del patrimonio cultural de Asturias como jardín histórico.

Las voces más críticas con esta celebración, que califican de "macrobotellón consentido", solicitan que el Lunes de Pascua se cierre este área de 84.614 metros cuadrados para su protección y, además, para evitar que durante las tres jornadas siguientes esté clausurada debido a labores de limpieza. El elevado coste de dichas tareas de mantenimiento -el año pasado se situaron en torno a los 60.000 euros, según apuntan desde el Partido Popular- es otra de las razones que aducen para exigir tal decisión.

Desde la asociación de vecinos Pedro Menéndez, Pablo González Castañón indica que "dado que el actual gobierno municipal está por apoyar la participación ciudadana, no estaría de más que nos dejaran opinar a todo el movimiento asociativo sobre qué hacer con el parque ese día, también a los grupos juveniles". "Si la gente piensa que lo más apropiado es tenerlo abierto, que se mantenga", añade. No obstante, el secretario de este colectivo de la zona centro considera que "el deterioro del parque y el gasto que ocasiona es más importante que la fiesta que se celebra en él".

Pero González no se olvida de los jóvenes y cree que "habría que explorar otros espacios para ellos". Por eso, asegura ver bien "que se haga una fiesta de prao si fuera en otro sitio, siempre y cuando se responsabilizara a la gente de la limpieza". "Si quieren divertirse y utilizar el parque, pongamos unas condiciones. Hay que hacer pedagogía sobre las formas de divertirse. Cuando a las personas las involucras es mas fácil que salga bien", dice.

El grupo de ornitología Mavea también censura el "mal uso" que se hace del parque. "El problema no es tanto que se concentre mucha o poca gente, el caso es que no saben comportarse en un espacio público", manifiesta David Díez, para subrayar que el Ferrera está catalogado y se encuentra entre los mayores atractivos turísticos para la sociedad. "El equipo de gobierno saca pecho con el parque pero no pone medidas para evitar aquellos aspectos que lo estropean. Y los daños de un día tardan mucho en recuperarse", resalta.

El portavoz de Mavea considera que, al tratarse de un área pública, "todo el mundo tiene derecho a disfrutarlo, pero el martes no se puede utilizar porque no se ha sabido cuidar antes". "A la gente se le escapa este punto de vista. Los derechos de unos acaban donde empiezan los de otros", añade.

A la espera de una reunión que mañana celebrarán representantes municipales de Festejos, Juventud, Parques y Jardines y Policía Local, entre otros, para buscar soluciones con el fin de que el parque sufra lo menos posible en la fiesta del lunes 28, Carlos Rodríguez de la Torre, portavoz del PP en el Ayuntamiento, apuesta por un plan que permita compaginar la fiesta con el uso racional de la zona verde. "No se puede cerrar, pero tiene que existir una normativa", apunta, para añadir que este asunto exige abrir un debate con suficiente antelación.