Rescatar el paño existente de muralla avilesina es uno de los objetivos más ambiciosos del nuevo plan especial de mejora del casco histórico, un documento que viene a sustituir el anulado hace dos años por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) y que no había llegado a tener efecto. El gobierno socialista presentó ayer a los grupos municipales el contenido de este plan, que ahora debe recibir el visto bueno de la Corporación para que comiencen a contar los trámites administrativos previos a su implantación. Si se aprueba en el Pleno de abril, habrá dos meses para alegaciones previos a la aprobación definitiva. Eso sí, aun en el mejor de los casos recuperar la muralla no será cosa de dos días.

La mayor parte de las once actuaciones que incluye el documento ya estaban incluidas en el anterior, pero la forma de desarrollarlas es muy distinta. En resumen, el Ayuntamiento renuncia a recibir equipamientos públicos en compensación de las actuaciones, y se intenta promover la actuación de iniciativa privada mediante la concesión de mayor aprovechamiento en las parcelas. Además, se incorporan nuevos puntos de mejora del casco histórico, como el del "martillo" de Marcos del Torniello. Otra diferencia es la autoría: el plan anulado hace dos años llevaba la firma del arquitecto madrileño Carlos Ferrán, mientras que el nuevo fue realizado por los técnicos municipales avilesinos, con Andrea del Cueto y Julio Redondo a la cabeza.

En cuanto a la demolición de las viviendas que hay que eliminar para rescatar la muralla, el modelo elegido no es la expropiación, sino la compensación de aprovechamientos, esto es, permitiendo a los propietarios construir en la manzana de Las Alas, donde la mayor parte de los suelos son de titularidad pública.

"Nos permitirá mejorar nuestro mayor potencial no sólo para disfrutarlo en el presente y como imán para la atracción de turistas, sino como legado para generaciones futuras. Queremos un casco activo y vivo, y estas actuaciones contribuirán a conseguirlo", aseguró la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, durante la presentación del plan.

A la recuperación de la muralla se suma la habilitación de un espacio de paso tras el ábside de la iglesia de San Antonio Abad (antes Padres Franciscanos) y la capilla de Las Alas. Este punto del casco histórico es el que concentra más actuaciones, ya que también afecta al palacio de Carlos Lobo, donde está previsto un equipamiento hostelero, y a la manzana de Las Alas, donde se podrá construir un equipamiento público y nueva edificación residencial. Son sólo algunos de los objetivos del proyecto, que afecta también a otros puntos de la trama urbana ubicados en las calles Rivero, Galiana, Palacio Valdés y Marcos del Torniello en Sabugo.

Según Monteserín, se hizo un trabajo "afinado, unidad por unidad", con el objetivo de hacer posible la actividad económica, empresarial y turística en estos puntos del casco histórico que habían quedado degradados. "Queremos preservarlo, disfrutarlo y vivirlo".

El concejal de Urbanismo, Luis Ramón Fernández Huerga, recordó que ya desde 2006 existe un plan especial de protección del casco histórico, que ahora se completa con este plan especial para mejorar las partes dañadas. "Como no podemos obviar que este ha sido un proceso muy largo no hemos intentado reformar el documento anterior. Hemos partido de cero, eliminado cargas que suponían cesiones para el Ayuntamiento, ya que los tiempos han cambiado y eso supondría una carga muy importante para la administración".