La cautela preside la postura oficial del gobierno avilesino con respecto a la apertura en años próximos del parque Ferrera para disfrute de los miles de chavales que han hecho de este espacio su lugar predilecto para disfrutar la Comida en la Calle. La concejala de Festejos resaltó ayer "la colaboración de la mayoría de los jóvenes" en lo relativo al control de acceso al parque Ferrera con bebidas alcohólicos que se puso en marcha este año como gran novedad para dificultar el consumo etílico de los menores de edad; así mismo, celebró la concienciación respecto a usar vasos de plástico en vez de cristal para evitar heridas con los vidrios rotos; y, en líneas generales, se mostró complacida por el buen comportamiento general de la chavalería y la ausencia de incidentes destacables.

Dicho lo cual, anunció que el gobierno no tomará una decisión firme sobre el uso futuro del Ferrera el día de la Comida en la Calle hasta no leer los informes encargados sobre posibles daños causados en el recinto, "A priori, y según lo manifestado el mismo lunes por la Policía, todo parece haberse desarrollado dentro de cauces de normalidad, pero vamos a esperar a ver qué dicen los informes antes de tomar decisiones", manifestó Ana Hevia.

La concejala recalcó que los controles montados este año para impedir que los menores de edad entrasen al parque con alcohol, así como la prohibición de los vasos de cristal y el vallado de espacios de la zona verde especialmente delicados como el quiosco de la música o el estanque de los patos "fueron guiños a la juventud para hacerles entender que el parque Ferrera es una joya patrimonial y que como tal hay que tratarla y cuidarla". La limpieza del parque comenzó ayer mismo, si bien no hay previsión de cuándo acabará dado que la lluvia ralentiza y complica el trabajo.

Dentro del repaso que hizo a lo que han sido las fiestas del Bollo, Ana Hevia destacó la masiva participación popular en muchas de las actividades, con especial referencia a la Comida en la Calle y el segundo desfile de carrozas; elogió el desarrollo de la Milla urbana disputada el domingo y su fuerte vinculación con la fiesta del Bollo y agradeció, además de la respuesta popular, el esfuerzo de colectivos como la Policía Local, Protección Civil y cuantas asociaciones, hosteleros y organizaciones trabajaron para el mayor lucimiento de la fiesta.

"La participación es el mejor termómetro de una fiesta y afortunadamente, este último Bollo ha dado la talla dando además una lección de convivencia. Lo que sería preocupante es que programásemos festejos y que la gente no respondiese", concluyó la edil.