Desde hoy mismo, la planta de la multinacional Alcoa en Avilés no tiene mantenimiento ni tampoco labores de carga y carretillaje de aluminio. La compañía adjudicataria de estos servicios hasta ayer mismo -la empresa Montrasa Maessa- comunicó a sus empleados el pasado día 23 que renunciaba a presentar una nueva oferta para renovar el contrato. Como consecuencia de esto, el futuro laboral de 34 trabajadores "está en el limbo", señalaron desde la federación de Industria de Comisiones Obreras (CC OO). Alarmados por la noticia, los afectados por la decisión de Montrasa Maessa acordaron encerrarse ayer a mediodía en las instalaciones de la planta que la multinacional norteamericana tiene en Avilés en defensa de sus puestos de trabajo. "Montrasa Maessa se marcha, la tarea continúa, pero a partir de mañana (por hoy) no sabemos para quién trabajaremos", se lamentó Ricardo Martínez, representante de Comisiones Obreras (CC OO) en las instalaciones.

Los trabajadores están sujetos a los Acuerdos de Oviedo (el que regula las relaciones laborales entre grandes empresas, subcontratas y trabajadores). Esto quiere decir que la plantilla se va subrogando de empresa a empresa en tanto en cuanto cambia el titular del contrato. "La tarea la venimos desarrollando desde hace, al menos, 22 años. Si Alcoa no encuentra subcontrata porque su oferta no es buena debemos pasar a la propia Alcoa", reivindicó Martínez.

Montrasa Maessa es de otra opinión. José Luis Traviesa, su director, señaló a este periódico que la renuncia "ha sido consecuencia del incumplimiento por parte de los trabajadores afectados del acuerdo que en su día (el año pasado) posibilitó la continuidad del colectivo que venía realizando los trabajos en las instalaciones de la principal". Y es que el conflicto que puede desarmar la planta de Alcoa -tocada por la crisis de las materias primas y por el encarecimiento de la factura eléctrica- se retrotrae al pasado año. Entonces la plantilla ahora encerrada trabajaba para Jofrasa, que no pudo mantener el servicio como consecuencia de los altos costes laborales, según aseguró entonces. Los empleados acordaron bajarse los sueldos, pero además tenían que aceptar cuatro despidos. Así sucedió: Jofrasa dejó el servicio y lo tomó Montrasa Maessa. Lo que vino después es que los cuatro despedidos recurrieron judicialmente el acuerdo alcanzado y el juez les dio la razón. El acuerdo del año pasado, pues, quedó roto. Y, como consecuencia de ello, 34 personas están pendientes de su futuro.

La situación, sin embargo, se complica aún más, según Comisiones Obreras, "porque Alcoa no quiere elevar la cuantía del contrato de mantenimiento". Una portavoz de la multinacional explicó que la política de la compañía "es de ahorro de costes" y que, pese a ello, "el contrato ofertado no ha bajado económicamente". Los trabajadores replican: "Si el año pasado era bajo, este sigue siendo igual de bajo".

El pasado lunes se celebró una reunión en Oviedo en la que estuvieron presentes representantes de las empresas auxiliares, de los trabajadores y de la Administración. "En este encuentro Montrasa Maessa explicó que no podía asumir el contrato en las mismas condiciones de 2015", indicaron desde CC OO. Esta posición fue la que verbalizó en la carta que envió a los trabajadores el pasado marzo. "Nosotros no fuimos invitados a la reunión", se lamentaron desde Alcoa.

Lo que se viene encima es que una de las plantas más tocadas de Alcoa en España lo esté aún más a partir de ahora. "Nosotros llevamos décadas trabajando en estas instalaciones, la tarea no ha acabado, tenemos derecho a seguir trabajando", reivindicó Martínez.