El polideportivo de La Magdalena, construido en 1982, ha sufrido a lo largo de los años importantes reformas para renovar los servicios a los usuarios así como elevar su eficiencia energética. La última, la sustitución del falso techo de la cubierta para mejorar las condiciones medioambientales de la zona de la piscina, ahora en el punto de mira tras unas denuncias de la Corriente Sindical de Izquierda (CSI).
El gobierno local asegura que decidió a mediados del pasado año, a instancias de la Fundación Deportiva Municipal, acometer los trabajos para instalar unas nuevas rejillas de ventilación en el falso techo que permitieran la salida del calor hacia el exterior del complejo a través de un nuevo sistema de ventilación. Cuando finalmente se dio el visto bueno al proyecto se remitió al Instituto de Prevención de Riesgos Laborales del Principado de Asturias por si había que aplicar algún protocolo especial a la vista de que en las lomas de la cubierta del complejo deportivo había poliuretano. En el expediente también se incluyó el decreto de adjudicación de los trabajos y parte del expediente de 1982 sobre la cubrición y acondicionamiento de las piscinas.
Los responsables del Instituto de Prevención de Riesgos Laborales, tras una visita a las instalaciones avilesinas, emitieron un informe en el que advertían de que "el riesgo de exposición (al poliuretano) tiene sólo lugar durante las tareas de proyección y en la retirada del mismo (esa labor la realizó una empresa ajena a la FDM)". La Fundación Deportiva, a más, decidió también consultar sobre ese material a la Asociación Española de Instalaciones de Aislamiento. Ésta, según explicó Ana Hevia, concejala de Deportes, contestó que el poliuretano es un material "inerte". "El polvo que lo recubre tampoco es problemático ni peligroso, ya que es poliuretano fragmentado", añadió la edil. Las obras se realizaron en el último trimestre del año pasado y la instalación volvió a abrir sus puertas a finales del mes de noviembre.
La piscina de La Magdalena ha sido en los últimos años un constante frente de batalla entre el Ayuntamiento de Avilés y la CSI. Eso ha provocado que desde la Fundación Deportiva Municipal se hayan extremado las precauciones para evitar posibles denuncias, sobre todo ante la Inspección de Trabajo, y así, por ejemplo, se hacen mediciones de cloro ocho veces al día -cuando son obligatorias dos-. Desde la entidad se destaca, además, que en todos estos años no ha habido denuncias desde el departamento de Sanidad, que es quien vela por la seguridad de los usuarios.
Desde su inauguración, el Ayuntamiento ha hecho una reforma integral de los vestuarios y de los vasos y se ha mejorado la iluminación así como los medios filtrantes, entre otros.
