La entrada de la primavera, y con ella la llegada de los meses más cálidos del año, ha activado los protocolos municipales para acicalar las calles y zonas verdes de la ciudad, en las que se espera un incremento de peatones y usuarios. Una de esas medidas puestas en práctica es la limpieza con agua a presión de las calles más sombrías, donde el invierno ha dejado una pátina de verdín resbaladiza -y por tanto, peligrosa- y de estética desagradable. En la imagen, una trabajadora de la empresa de limpieza urbana chorrea los adoquines de la calle Carreño Miranda, en Sabugo, que ahora luce espléndida.