"Es precisa una tarifa eléctrica competitiva para no mandar a Alcoa al garete", aseguró ayer en Avilés Antonio Pino, el secretario general del sindicato Comisiones Obreras (CC OO) en Asturias. Estas declaraciones precedieron a una asamblea de delegados que se celebró en el auditorio de la Casa de Cultura local con el fin de reafirmar el hecho de que la central, según dijo, "haya ganado las elecciones sindicales en todo el país".

Pino explicó que existen tres problemas principales en la economía asturiana en la actualidad: la parada de las obras de la variante del Pajares, el abandono de la minería "a su suerte" y, en tercer lugar, la necesidad de implantar una tarifa eléctrica que garantice la actividad de empresas electrointensivas (las que consumen mucha energía eléctrica) como es Alcoa. "El sindicato se pone a la ofensiva en estos momentos de debilidad económica y gubernamental. Se cierne sobre nosotros un panorama muy negro", aseguró.

Para Pino, el tiempo está llegando a su fin. La empresa aluminera tiene garantizado hasta final de año un suministro eléctrico con un precio acorde a sus expectativas. Más allá no hay nada. El Gobierno de España no ha comunicado cuáles son sus planes para 2017. El pasado año, en septiembre, convocó las últimas subastas de interrumpibilidad (el dinero que las empresas cobran por la posibilidad de que Red Eléctrica recorte el suministro).