La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LUIS RAMÓN FERNÁNDEZ HUERGA | Concejal de Urbanismo de Avilés

"No hemos renunciado a recuperar el casco antiguo, pero sí a la forma de gestión"

"El objetivo con respecto a la Isla de la Innovación es presentar el plan especial y la revisión del PGOU antes de final de año"

Luis Ramón Fernández Huerga. RICARDO SOLÍS

El gobierno avilesino acaba de dar un impulso importante a dos de los proyectos llamados a mejorar la cara a zonas bien diferentes de la ciudad: el casco histórico y el entorno de la margen derecha de la ría, junto al Centro Niemeyer.

-Diez años después hay un nuevo plan especial del casco histórico, ¿qué falló con el primero? ¿Por qué tantos problemas con los propietarios?

-El proceso de mejora del casco histórico viene de antiguo y hemos visto estos días cómo las personas que visitan Avilés, precisamente, es lo que más valoran. El plan urbano de 2006 incluye el plan especial de protección y catalogación del casco histórico, que recoge las determinaciones y medidas de protección para salvaguardar el patrimonio cultural. El plan de reforma interior es más concreto. El que se inició hace diez años partía de una buena base en un momento económico diferente, en el que el Ayuntamiento podía adquirir equipamientos en el casco para diferentes servicios o programas. El plan anterior superó todas las dificultades que se plantearon por las demandas de los particulares, sobre todo las que iban al fondo del documento. El Ayuntamiento ganó todos los juicios de las partes sustanciales de las fichas urbanísticas y solo lo echaron atrás por una cuestión de trámite, por un error. Los fines que buscaba eran loables en aquel momento.

-¿Aprendieron de los errores?

-El error fue parte de una mala acción política que coincidió con el Gobierno de Foro en Asturias respecto a la gestión de la tramitación del documento.

-¿Qué es lo más importante del nuevo documento?

-Estamos en un momento económico diferente, donde la Administración tiene que reducir sus gastos sin dejar de prestar buenos servicios a la ciudadanía. Partimos de cero en un documento que está elaborado por técnicos municipales y en el que no renunciamos a la ambición de recuperar puntos del casco pero sí a la forma de gestión. Ahora, cada una de las fichas se resuelve por sí misma y se reducen las dotaciones públicas. Pero no renunciamos a las operaciones del anterior plan, sino que las aumentamos. Aparecen todas planteadas de manera diferente, no mejor ni peor, e incorporamos el "martillo de Sabugo" de Marcos del Torniello.

-La recuperación de la muralla es de lo más aplaudido por la oposición y por los vecinos?

-Hay once actuaciones pero cuatro son destacables. Una es la recuperación de la muralla, que parte de una clara demanda vecinal. En ese espacio hay dos actuaciones importantes porque es el ámbito en el que se puede sacar un mayor partido: la muralla más el paso de la trasera de la iglesia de San Antonio de Padua. Es destacable también la recuperación del "martillo de Sabugo" en el entorno de un BIC como la iglesia vieja de Sabugo, así como la creación de una nueva entrada al parque de Ferrera por Rivero.

-¿Cuándo se podrán ver los primeros frutos?

-Primero hay que llegar a la aprobación en el Pleno y después vendrá la resolución de las alegaciones. Ahí es donde se hace patente si el Pleno es el defensor del interés público por encima del privado. No va a ser un proceso sencillo ya que los tiempos en urbanismo pueden ser dilatados. Una vez aprobado, las actuaciones privadas son las más difíciles de calcular cuándo se pueden acometer; en las de iniciativa pública, como la muralla, la Administración tiene mecanismos e instrumentos y la intención de iniciarlos lo antes posible.

-¿Qué opinión les han trasladados los propietarios de las zonas afectadas por el plan?

-Hemos hablado con la mayoría y, como en todo, siempre encuentras diferentes receptividades. Es difícil dar un escenario homogéneo pero hemos intentado que la gestión sea más sencilla, que cada ficha se resuelva por sí misma y llegar a esta aprobación con ciertas garantías. Antes de presentarlo tanto a los grupos como a los propietarios, enviamos el documento a Patrimonio para que hiciera un informe de colaboración interadministrativa y tener así garantías de que está conforme a la legalidad urbanística.

-Hace unos meses anunciaron un nuevo plan de edificación forzosa de solares, ¿hay avances?

-En su día se hizo un plan de edificación forzosa con resultados positivos. Ahora, con este plan del casco histórico proponemos un segundo programa de edificación forzosa porque hay determinados huecos que afean el casco. Afectará a entre 10 y 12 solares.

-También parece que han dado un nuevo impulso a la Isla de la Innovación.

-Lo que queremos es rematar la redacción del plan especial de la Isla de la Innovación, que es el que tiene que ir a Pleno con la revisión del plan general. Hemos querido volver a sentarnos con el Principado, Sepides, la sociedad que redacta el documento y el Puerto e implicar al Ayuntamiento en la coordinación de los trabajos, ya que somos la parte interesada en el trabajo. Y está dando muy buenos frutos. El objetivo es presentar el plan especial y la revisión del plan urbano antes de final de año. Estamos ultimando modificaciones del proyecto y lo hacemos sobre la base de que este momento económico es diferente al anterior; nos adaptamos a la realidad sin perder de vista que es fundamental incorporar la ría a la trama urbana y que el entorno del Niemeyer es crucial para el desarrollo del Parque Científico. Las esperanzas, fundadas, del crecimiento económico de Avilés tiene que ir ligadas al conocimiento, investigación, desarrollo de productos de alto valor añadido que generan empleos de calidad. Y se necesita de una colaboración público-privada para ayudar a las empresas a la atracción de talento e inversiones que garanticen a las empresas competir en mercados más complejos y con éxito.

-¿Es menos ambicioso?

-La mayor ambición es incorporar el espacio de la ría a la ciudad. Lo demás son instrumentos, que quizá son los que tengan que cambiar.

-Uno de los problemas que afrontó el plan fue el rechazo de la oposición por afectar al futuro del Centro de Investigación de Arcelor? ¿podrán salvar ese escollo?

-Hay varias cuestiones que hay que resolver y es pronto para avanzar. Lo que conviene es actuar con seriedad y plantear las cuestiones cuando estén consensuadas dentro de la sociedad de la Isla de la Innovación, cuando tengamos los conceptos claros y bien trabajados. No es el momento de adelantar cuestiones en las que estamos trabajando.

-El plan de la Isla de la Innovación también tiene incidencia en el de las vías. ¿Saben algo del Ministerio?

-Lo último que sabemos es el estudio del AVE que finaliza en La Rocica y que deja la entrada al estudio de Víctor Morlán. Esperamos que haya un nuevo equipo en el Ministerio y reanudar las conversaciones en la buena fe de resolver las cuestiones de Avilés, porque hay que buscar una solución. En las vías, caben varias opciones ya que nos han dicho que el plan de Morlán tiene problemas de seguridad y la ronda tiene una ejecución complicada, entre otras cosas. Por eso, confiamos en encontrar en el Ministerio una actitud proclive y activa para resolver este problema, algo que hasta ahora no hemos visto.

-El plan urbano cumple diez años, ¿es el momento de una revisión?

-Creo que no está obsoleto. Se pueden tantear algunas modificaciones concretas, como ya se han hecho. Un plan no son las tablas de la ley, sino que es un instrumento vivo que en función de los intereses públicos u oportunidades de la ciudad puede tener modificaciones.

Compartir el artículo

stats