Las bicicletas como medio de transporte son cada vez más habituales en las calles avilesinas, pero la ciudad es un medio hostil para aquellos que eligen este medio de transporte sostenible. Una ruta de un par de horas realizada con Jesús González, de PedaleAvilés, y Joaquín Rodríguez, de Asturies Con Bici, permite comprobar las muchas carencias que tiene Avilés en esta materia, y también su gran potencial para hacer de ella una ciudad ciclable. Este es uno de los principales objetivos de estos colectivos, que plantean habilitar rutas seguras en el municipio, conectando los barrios con el centro, para evitar las zonas de tráfico intenso.

La marcha a la que se suma LA NUEVA ESPAÑA parte del corazón de la ciudad, la plaza de España, donde brillan por su ausencia los aparcabicis, si bien es cierto que en los últimos años proliferan por otros puntos de la ciudad. "Muchísima gente viene aquí a diario a realizar trámites municipales pero no hay donde dejar las bicis", apunta Jesús González. La falta de aparcabicis no es cuestión baladí. Y es que en Avilés está prohibido anclar (candar) los vehículos a los árboles y al mobiliario urbano, algo permitido en algunas ciudades si no existen aparcabicis en las proximidades.

Uno de los grandes atractivos de Avilés para las dos ruedas, es el casco histórico. Pero lo que mucha gente desconoce es que no se puede circular al gusto de cada uno. Los ciclistas tienen que seguir las mismas normas de circulación que los vehículos en la zona peatonal. Por ejemplo, para ir del Parche hasta Galiana hay que dar un rodeo, porque la calle San Francisco es dirección prohibida. "Peatones y bicicletas pueden convivir perfectamente con un mínimo de civismo y sentido común", apunta Joaquí Rodríguez. Y se comprueba perfectamente sobre las dos ruedas por el casco histórico, donde los viandantes no miran con mala cara a los ciclistas que circulan tranquilamente. Las bicis pueden circular por las zonas peatonales sin superar los 10 kilómetros por hora (por supuesto, sin realizar maniobras negligentes o temerarias) y en ningún caso puede circular por las aceras ni cruzar sobre ella los pasos de peatones, prácticas que conllevan sanciones de 90 euros. Con la normativa en mano, ir en bicicleta por la ciudad sin cometer una infracción es prácticamente imposible.Son muchas las calles del centro de Avilés por las que resulta sencillo circular en bicicleta, como Balsera, el entorno de Las Meanas, José Cueto, en líneas generales por todas aquellas de sentido único de circulación.