Nabbaale Harriett, Nabulya Deborah, Kimezi Joshua, Kamogga Morris, Mayanja Lous y Ssenteza Derrick son los integrantes de "Aba Taano", una agrupación musical ugandesa que tuvo su origen en el orfanato que tiene en aquel país la ONG "Música para salvar vidas", una entidad a la que ahora estos jóvenes músicos destinan el dinero que recaudan en sus giras. Ayer estuvieron en Avilés, en la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery, y no dejaron indiferente a casi nadie. Los cinco músicos a las órdenes de Ssenteza Derrick, también cantante, impregnaron Sabugo de sones africanos. Cantaron en swahili, lugandés, fang, zulu, lutoro, acholi y runyancore, entre otros idiomas, pero también interpretan gospel tradicional de Estados Unidos. Los músicos ugandeses combinaron sobre el escenario canto africano con danzas tribales, improvisaciones, góspel, reggae y rap. A los "Aba Taano" nada se les pone cuesta arriba.

"'Aba Taano', para mi, representa amor, alegría, la belleza de las voces y de nuestra cultura. En 'Aba Taano' somos unos cuantos jóvenes que trabajamos y cantamos para que unos niños, parecidos a nosotros hace años, puedan tener mejor vida. Y esto da mucha alegría. 'Aba Taano' es un hogar, y en él he podido desarrollar mi talento. Por otra parte he podido experimentar maravillosos encuentros con numerosos músicos de otros países y esto representa muchísimo para mí", asegura Ssenteza Derrick. Él, como sus cinco compañeros, se formó como músico en el orfanato "Música para salvar vidas", en Kampala.

Esta ONG nació hace aproximadamente una década con el objetivo de salvar a unos niños que habían sufrido "abusos y abandono". Actualmente el colectivo ayuda a treinta niños que reciben educación integral. "La música y la danza juegan un papel esencial en el proyecto por su carácter terapéutico compensando las consecuencias del abandono y la miseria que han tenido que vivir y las actuaciones son, además, la mayor fuente de financiación del proyecto", según los promotores de esta iniciativa solidaria.