El tráfico suele ser lento por estos viales, lo que favorece el tránsito de las bicicletas. Donde ya no resulta tan sencillo es en calles de doble sentido de circulación, aquellas con aparcamientos a cada lado de la carretera y zonas de carga y descarga. Algunos ejemplos de calles más conflictivas son Llano Ponte, La Paz (Versalles) y Juan XXII, pese a que esta última es de un solo sentido. Adentrarse en la rotonda de los Oficios es toda una aventura para los principiantes en la circulación sobre dos ruedas.

En PedaleAvilés y Asturies Con Bici sostienen que lo ideal sería seguir extendiendo las zonas peatonales y diseñar itinerarios seguros para comunicar el centro con los barrios, las zonas industriales y las playas. "En Gutiérrez Herrero podría haber un carril bici o compartido con el del autobús. Si bajas por ella en bici, te obliga a seguir hacia los Oficios, cuando a unos metros está la entrada al casco por Rivero", explica Rodríguez como ejemplo.

Que Avilés no ha pensado hasta ahora en las bicicletas se percibe en el mismo acceso al único carril bici de la ciudad, que discurre junto a la ría. Para acceder a él, o se llega con la bicicleta en la mano o se incumple la normativa, que no es otra que la que rige para los vehículos. La circulación hacia la vieja rula por el paseo de Conde de Guadalhorce está prohibido para las bicis y resulta imposible llegar desde el único carril habilitado para los ciclistas hasta el Parque Empresarial Principado de Asturias, donde trabajan miles de avilesinos. "Estoy seguro de que muchísimos irían en bicicleta al trabajo en vez de en coche", opina González.

Los colectivos que defienden el uso de la bicicleta siguen con su batalla y han conseguido que se mejore la instalación de los aparcabicis de la ciudad. Manejan diseños de rutas para hacer de Avilés una ciudad ciclabe y moderna que esperan ver convertidos algún día realidad. Y mientras, siguen pedaleando.