El nuevo badén de la avenida Conde de Guadalhorce que ha colocado el Puerto no convence del todo a los peatones. Los viandantes consultados ayer por este periódico aplauden la adopción de medidas en favor de la seguridad en el paso de peatones situado ante La Cantina de la Ría, pero las consideran insuficientes. En el entorno comentaban que la escasa altura que se ha dado al paso, dada su longitud, hace que los conductores apenas lo perciban. "Muy pocos lo respetan, siguen pasando rápido. Diez centímetros de altura son insuficientes. Sí que es verdad que han hecho algo, pero no parece que esté surtiendo mucho efecto", señalaba Toñi Reino, dueña de un establecimiento próximo.

La hostelera ha sido testigo de muchos de los accidentes ocurridos en la zona, atropellos y alcances entre vehículos. "Y no hay más de milagro. La semana pasada un coche chocó por detrás con otro que había parado en el paso. Van mirando para cualquier sitio menos para la carretera. Aquí hay a diario unos frenazos terribles. Creía que hoy, como el paso es nuevo, irían más despacio, ¡pero qué va!", añadía.

"Todo lo que sea para favorecer al peatón nos parece bien. Aquí hay muchos atropellos; a ver si esto sirve para que se produzcan menos", señalaba por la mañana Encarnita Herrero, que pasea prácticamente a diario por Conde de Guadalhorce con su marido Ulises Fernández y que ni se había percatado de los cambios efectuados en el paso de la avenida Conde de Guadalhorce.

Los trabajos se acometieron durante el pasado fin de semana. Hubo que adaptar las aceras a la cota del nuevo paso, que se sitúa 10 centímetros por encima de la rasante actual de la carretera. Los planes del Puerto pasan por dotar más adelante de iluminación especial este cruce para los viandantes.

Según el plan de la obra, el paso en cuestión se ha diseñado de acuerdo a lo establecido en la Instrucción Técnica para la instalación de reductores de velocidad de acuerdo al límite de velocidad del vial, que es de 50 kilómetros por hora. Las fuentes consultadas explicaron que elevar más el asfalto ralentizaría demasiado la circulación en Conde de Guadalhorce, que soporta un intenso tráfico en días laborables, especialmente de camiones.

"Tanto como conductora como peatón, creo que está bien que hayan elevado el paso", apuntaba ayer la avilesina Isabel Almazán. Ahora, apostillan los que pasean por la ría, "que se respete".