"El futuro de la humanidad, a lo mejor, está en manos de los emigrantes, así que debemos dialogar. Si España sigue así, aquí habrá más emigrantes que indígenas", señaló Xavier Pikaza en la charla que ofreció en la Casa de Cultura, dentro el marco de la Semana Solidaria de Llaranes que se celebra bajo el lema "Refugiados y emigrantes. De la hostilidad a la hospitalidad".
Durante su intervención en el acto organizado por el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés y ante un público que abarrotó la sala, el teólogo vasco se refirió a los distintos tipos de emigración: por hambre, deseo de aventura, huida de conflictos o ilegal y en manos de mafias y vinculada a la trata y el tráfico de personas. Hizo hincapié en esta última para recordar el octavo mandamiento: no robarás. "Habla de robos radicales que destruyen al hombre. El que roba personas, el traficante, no merece vivir", dijo. En este sentido, señaló la compra y venta de seres humanos como un pecado social. "Cada hombre es un valor absoluto. Todo ser humano tiene derecho a la vida, la familia, la casa, la educación. Una parte de la humanidad es libre de derecho, pero de hecho carece del resto".
Pikaza aludió en su conferencia a la Biblia como "un libro escrito desde el punto de vista de emigrantes ya que empieza diciendo: mi padre era un sirio emigrante". Por ello hizo un rápido repaso a judíos y hebreos y a las migraciones que protagonizaron. Relató cómo Jacob, "un hombre tramposo y duro, tuvo la necesidad de emigrar a Egipto para vivir". También mencionó la expulsión de España de judíos y musulmanes y las barreras existentes entre judíos y palestinos en Israel. "A pesar del paso de los siglos, este tema no se ha arreglado. La historia se repite una y otra vez. Parece que no hay perspectivas de solución y si no nos ponemos de acuerdo vamos a una humanidad que puede destruirse", manifestó el teólogo, autor de más de ochenta libros, para recalcar que "todos somos mestizos".
