El colectivo de despedidos de la empresa auxiliar Montrasa Maessa se enfrenta a una denuncia de la multinacional Alcoa -en la que trabajaron hasta primeros de mes- por haber impedido el pasado miércoles durante varias horas el tránsito de camiones dentro de la fábrica de aluminio de San Balandrán. La multinacional sostiene que esa acción de protesta le causó trastornos y puso en peligro el suministro a algunos clientes.

La idea de los despedidos es reiniciar el lunes las movilizaciones delante la fábrica para forzar una solución a su conflicto, aunque ahora esperarán a ver en qué deriva la denuncia de la empresa, de la que se está ocupando CC OO. Lo que es seguro, es que "los 34 de Montrasa" acudirán el lunes a los juzgados de Avilés a presentar una demanda para forzar la convocatoria de la mesa de los Acuerdos de Oviedo, foro en el que, a juicio del colectivo, se tiene que discutir la subrogación de sus puestos de trabajo por parte de Alcoa.

Otra fuente de malestar es que, según los despedidos de Montrasa Maessa, Alcoa planea contratar de manera escalonada a 17 trabajadores, obviando su demanda de ser subrogados, para realizar las tareas de apoyo que venían haciendo dentro de la fábrica.