"El ciudadano de a pie debe tener unos conocimientos básicos para salvar la vida a una persona. No hay que tener miedo a actuar. Además, los operadores del 112 están preparados para indicar qué podemos hacer mientras llega la ambulancia y el personal sanitario", señala la doctora Dolores García Camino, que ayer ofreció una charla a los padres de alumnos del colegio Poeta Juan Ochoa sobre los pasos a seguir ante una parada cardiorespiratoria o alguno de los accidentes más frecuentes. El acto sirvió de clausura a unas jornadas de primeros auxilios dirigidas a los estudiantes de La Luz con el objetivo de concienciarles de la importancia de intervenir en una situación de emergencia. García Camino explica a continuación qué hacer ante diferentes sucesos.

Parada cardiaca. Cuando una persona no responde, está inconsciente, inmediatamente llamar al 112 y efectuar un masaje cardiaco. Actuar rápido duplica o cuadruplica las posibilidades de recuperación, apunta la doctora, para indicar que si la persona está consciente y respira normal, hay que situarla de lado, en posición lateral de seguridad, para que pueda mantener una respiración normal y facilitarle el vómito en caso de que se produzca.

Atragantamiento. Si hay tos significa que hay paso de aire y la obstrucción es parcial. En este caso, García Camino recomienda no dar golpes en la espalda ya que el trozo de comida puede moverse y provocar una obstrucción total. Cuando el afectado no pueda respirar bien, se dan hasta cinco golpes en la espalda y se realiza la maniobra de Heimlich, consistente en compresiones en la zona abdominal para desobstruir el conducto respiratorio bloqueado por el alimento u otro objeto.

Heridas. Lavar con agua y jabón la zona lesionada, secar bien y desinfectar con clorhexidina. Si la herida deja ver hueso, tapar y acudir a un sanitario. Si sangra, se tapa y hace compresión durante unos 10 o 15 minutos. En caso de hemorragia, acudir al centro de salud.

Quemaduras. Enfriarla 10 o 15 minutos bajo el grifo y utilizar una pomada específica para quemaduras. Nunca usar pasta de dientes ni otros remedios caseros.

Lipotimia. Tumbar a la persona y levantarle las piernas para favorecer el aporte sanguíneo a los órganos vitales. Si está consciente, situarla en posición lateral de seguridad y con mucho calor, ponerle paños fríos en axila, frente, muñecas y bajo las rodillas.

Fiebre. Se actúa como si de un golpe de calor se tratara, apunta la doctora García Camino. A los niños, situarlos en un lugar fresco y expulsar el exceso de calor. Para ello, bajar la temperatura con medios físicos, como paños sobre la frente.

Intoxicación por un producto cáustico. No provocar el vómito ya que al a pasar de nuevo la sustancia por el conducto digestivo vuelve a quemarlo resultado altamente agresivo, Dolores García recomienda beber agua para enfriar la zona y diluir el producto cáustico. Si un niño introduce en la boca un tapón de lejía se sugiere que chupe una piedra de hielo para evitar una inflamación y el cierre de la vía respiratoria. Únicamente incitar el vómito si la persona se ha intoxicado con un producto no cáustico -un alimento en mal estado, por ejemplo- está consciente y ha sido reciente.

Golpes. Colocar hielo en la zona recubierto con un paño para que no produzca quemadura en la piel.

Crisis epiléptica. No sujetar a la persona en el momento de las convulsiones. Cuando éstas finalicen, situar a la persona de lado hasta que se recupere. No introducirle el dedo ni la mano en la boca; tampoco objeto alguno.