El mercado alimentario español dependería del pescado que llega de otros países desde ayer en caso de haber consumido exclusivamente los recursos piscícolas propios desde el 1 de enero; esto es, al menos, lo que concluye el informe anual de la Fundación para una Nueva Economía, un laboratorio de ideas británico que señala que en 2016 las reservas españolas de pescado autóctono durarán un día más que el ejercicio anterior.

Lo que ese informe trata de poner de relieve es la alta dependencia española de las importaciones pesqueras, una situación que se debe, principalmente, "a la sobrepesca", según los autores del citado documento. Semejante punto de vista merece el rechazo del sector pesquero, que achaca el déficit de pescado a la política comunitaria de cupos y a las estrategias que fomentan las importaciones pesqueras, un negocio muy lucrativo que tiene en España un espacio privilegiado para desarrollarse dado el alto consumo de este producto.

En España, la fecha del llamado Día de la dependencia pesquera se ha ido adelantando cada año desde 1990, de modo que el pescado "propio" dura cada vez menos. En 1990, esa fecha era el 18 de junio; en 2009, el pescado autóctono llegó hasta el 25 de mayo; en 2012, el pescado español se acabó el 9 de mayo; y éste se terminó el día 10. La situación es aún peor en el vecino Portugal, que el teoría consumió su reserva el pasado 20 de abril. Se da la circunstancia de que Portugal (con 56 kilos por persona y año), Lituania (43 kilos) y España (42 kilos per cápita) son los países europeos más voraces comiendo pescado.

El investigador responsable del informe de la Fundación para una Nueva Economía, Aniol Esteban, calcula que "aproximadamente tres de cada cinco pescados que se consumen en España proceden de aguas extranjeras y según los cálculos realizados, si los españoles pudieran abastecerse únicamente del pescado que captura la flota nacional en aguas europeas, al nivel actual de consumo, a partir del 10 de mayo ya no se podrían seguir ingiriendo peces".

El secretario general de Pesca del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Andrés Hermida, indicó que la dependencia de pescado de España "es una estimación estadística válida pero irreal", en referencia al informe de la Fundación para una Nueva Economía. Así, ha explicado que este estudio lo que hace es calcular todas las cuotas que tiene España como si se consumieran de manera continua desde el 1 de enero y, aunque estadísticamente "es cierto que el país no es autosuficiente", apunta que "es mentira que a día 10 de mayo se acaben las cuotas de pescado" porque la flota española "sigue trabajando, incluido el 31 de diciembre".

Según Andrés Hermida, es necesario que España se abastezca de mercados foráneos para mantener su alto consumo de pescado, pero el responsable ministerial negó que esa situación fomente la sobrexplotación de los caladeros extranjeros, como también critica el informe.

Por su parte, el secretario de la Confederación Española de Pesca (Cepesca), Javier Garat, rechazó el informe que simula que España agotó su producción nacional de pescado el 10 de mayo, porque "sus datos son irrelevantes, no sirven para nada y confunden a los consumidores".