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Los pescadores deportivos rechazan que la Cofradía controle el caladero de lubina

"Sólo faltaba que el mar se convierta en propiedad de los profesionales", aseguran submarinistas y aficionados de caña

Entorno del Cabo Peñas. MARA VILLAMUZA

Los pescadores y submarinistas deportivos critican las pretensiones de la cofradía luanquina del "Santo Cristo del Socorro" de cerrar el caladero de lubina de Peñas a los aficionados, únicos que pueden explotar el área. Según había denunciado el patrón mayor de Gozón, José Luis Gutiérrez, fueron ellos mismos quienes sugirieron a la administración la limitación de artes y capturas en el caladero para tratar de recuperarlo; intentando que sólo pudiesen realizar capturas en ese entorno pescadores profesionales que utilizasen la técnica del pincho-caña. Según el relato de Gutiérrez, esta propuesta habría sido admitida, pero "un fallo en la redacción" hizo que la legislación permita la actividad de los amateurs y no de los profesionales; por lo que urgió una corrección por parte de la autoridad competente, en este caso el Ministerio de Agricultura y Pesca. Estas declaraciones han levantado ampollas entre los pescadores recreativos, y han sido varias las asociaciones y organizaciones que han censurado la petición de Gutiérrez.

"Los pescadores recreativos tenemos limitado nuestro cupo de capturas a cinco kilogramos por día, por lo que no somos nosotros quienes esquilmamos los caladeros", aseguró ayer Constancio Herrera, presidente de la asociación en Defensa Pesca Submarina, que rechaza con rotundidad la versión de la cofradía luanquina. "Sólo nos faltaba que el mar se convirtiera en la propiedad privada de los pescadores profesionales. Deberían tener en cuenta que en Asturias hay en torno a 100.000 licencias de pesca recreativa, lo que supone un diez por ciento aproximadamente de la población de la región. Nosotros también tenemos voz", agregó.

En la misma línea, el presidente del club de Pescadores Deportivos del Principado, José Raúl Soria, calificó la postura de la cofradía de "absurda", y trató de evitar polémicas. "El gremio luanquín parece estar buscando un conflicto donde no lo hay. Además, en esa zona de Peñas no debe pasar ni un pescador deportivo al día. Es un caladero que, por su localización geográfica, hace que sea muy difícil para nosotros llegar hasta él", aseguró. "Entendemos que ellos lo quieran explotar profesionalmente, pero nosotros no somos un estorbo. Esta normativa trata de recuperar la zona, en la que las artes abusivas habían hecho mucho daño, y se ha implantado la pesca a pincho, que es lo que históricamente se utilizaba allí por profesionales y deportivos", agregó.

Tanto Soria como Herrera coinciden en que las limitaciones que impone la ley a los pescadores deportivos hace imposible que sus capturas "afecten" a los profesionales. "Nos entienden como una competencia, pero no lo somos, en absoluto. La ley sólo nos permite utilizar dos cañas y carrete con un máximo de seis anzuelos entre ambos equipos; además de que hay que tener en cuenta que muchos de nosotros sólo salimos con nuestras embarcaciones en fines de semana y cuando las condiciones meteorológicas lo permiten; además, nuestro cupo se limita a cinco kilogramos por persona. ¿Cómo vamos a ser un problema para ellos?", replicó el presidente del club de Pescadores Deportivos. "Tienen que vernos como compañeros. Si lo que quieren es luchar por recuperar el mar y las especies que cuenten con nosotros, que vamos a estar a su lado; pero que no busquen conflictos y problemas donde no los hay", sentenció Soria.

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