Ciudadanos exigió ayer al gobierno castrillonense de IU que sea más riguroso en la aplicación de la ordenanza de Medio Ambiente en cuanto al control de los dueños que no limpian de las zonas públicas los excrementos de los perros. La concejala de la formación en el Ayuntamiento de Castrillón, Silvia Argüelles, solicitó al gobierno local que se sume a la iniciativa de muchos otros consistorios, como es el ejemplo de Madrid, y ponga en marcha una campaña para erradicar el problema de los excrementos de mascotas en la vía pública.

"En Ciudadanos, defendemos aumentar los servicios para los propietarios de mascotas y, por ello, hemos apoyado el parque y la playa para perros, así como la nueva normativa que amplía en un mes la autorización para que las mascotas puedan acceder a las playas castrillonenses. Pero siempre teniendo en cuenta que nuevos servicios y derechos conllevan también deberes y responsabilidades cívicas" señaló Argüelles.

En los últimos meses, se habilitó un recinto para perros en el parque Piñole de Salinas, se incrementó en un mes, del 1 al 15 de mayo y del 15 al 30 de septiembre, la autorización para que los perros puedan acceder a las playas del concejo. Además, se abrirá una zona para mascotas en el playón de Bayas.

"Consideramos que el gobierno de IU no hace un buen seguimiento ni vigila adecuadamente que se cumpla la normativa de Medio Ambiente, prueba de ello son las insistentes quejas de vecinos y la suciedad visible en calles y parques. Asimismo, IU no quiere facilitar a los grupos de la oposición el número de sanciones impuestas por infracciones de este tipo" criticó Argüelles.

La ordenanza municipal de Medio Ambiente establece sanciones para los propietarios de perros que incumplan la normativa. "El propietario o poseedor de los perros deberá tenerlo en las vías públicas bajo su control en todo momento por medio de correa para evitar daños o molestias. En caso de perros peligrosos o agresivos deberán llevar bozal", sostiene el artículo 219 de la ordenanza municipal. La normativa prevé para las infracciones leves multas de entre 6 y 60 euros, para las infracciones graves de 60 a 120 euros y para las muy graves de 300 euros como mínimo. Dejar las cacas en la calle está considerado falta leve.