Los diferentes grupos municipales que integran el Ayuntamiento de Gozón se reunieron ayer en torno a una comisión informativa de Hacienda, en la que los ediles discutieron la nueva reglamentación para la instalación de terrazas; así como una regulación de los matrimonios civiles en la Casa Consistorial gozoniega. Ambos temas se encuentran todavía en proceso de creación, por lo que es probable que aún no puedan ser llevados al próximo pleno.

"Se presentó un primer borrador sobre la ordenanza de terrazas, en el que el gobierno municipal incluyó algunas de las propuestas que nosotros habíamos hecho, como que se marquen en el suelo las extensiones máximas de las zonas de mesas, o que se estipulen unas distancias concretas para optimizar la movilidad de viandantes", explicó César Fidalgo, concejal de Izquierda Unida.

Por su parte, la edil popular Adelaida Velarde, que representó al grupo municipal del PP en la reunión, prefirió mantener cautela en relación al nuevo texto. "La conclusión de la comisión informativa es que no hay conclusión. El PSOE nos mostró su plan, aunque muy por encima. En principio, ahora se publicará el borrador en la página web, y se abrirá un período para que los hosteleros puedan presentar propuestas a la nueva legislación", aseguró la concejala.

Más contundente fue el portavoz del grupo municipal del PP, Ramón Artime, quien aseguró que, según su criterio, "las terrazas estaban bien reguladas". "Parece que el señor Alcalde lo que quiere es cambiar todo lo que hay", recalcó.

En la misma comisión informativa también se propuso establecer una nueva normativa para regular los matrimonios civiles en el Ayuntamiento. La necesidad de esta regulación vendría dada por la apretada agenda de los ediles y el rechazo de algunos concejales a oficiar bodas.

"Es el Alcalde quien tiene que casar a los vecinos, no la oposición. Nosotros no vamos a participar en ese juego si no tiene gente para oficiar. Entre el PSOE e Izquierda Unida suman once concejales, que se apañen", aseveró Artime. Por su parte, el izquierdista Fidalgo, se mostró comprensivo con la posición del alcalde Suárez. "Entendemos que se trata de un servicio público y que hay que regularlo de algún modo. Si luego la persona interesada quiere contraer matrimonio en otra fecha, que se ponga de acuerdo con el concejal y punto", explicó.