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Liberbank ensaya en Avilés su nueva política de oficinas, que implicará cierres

La reorganización de las sucursales, divididas en cuatro tipos en función de sus servicios, se extenderá a toda la región en los próximos meses

La oficina de Llaranes, una de las afectadas por el nuevo plan. MARA VILLAMUZA

El modelo de banca urbana que viene será realidad dentro de pocas semanas en Avilés de la mano de Liberbank (antigua Cajastur), que ha elegido a la ciudad como una de las cinco de España donde implantará novedades entre las que destacan la clasificación de sus oficinas en cuatro categorías en función de las que serán dotadas de unos servicios u otros, la potenciación de las capacidades digitales y los canales multimedia y la más perceptible a corto plazo por los clientes: el cierre ("integración" en el lenguaje corporativo) de dos oficinas, la de Llaranes y la de la calle Fernando Morán. Además de Avilés, las ciudades elegidas para esta experiencia piloto son Cuenca, Plasencia, Toledo y Torrelavega. A este respecto cabe destacar que Liberbank es el resultado de la fusión de las antiguas Cajastur, Caja Cantabria y Caja Castilla La Mancha.

Independientemente de la categorización final que tenga cada oficina, todas las de Liberbank en Avilés han sido sometidas durante los últimos días a un lavado de imagen caracterizado por la supresión de todos los carteles, rótulos y posibles alusiones físicas a la antigua Cajastur. Esos identificadores han sido sustituidos por otros de Liberbank, cuyo logo es reconocible por los colores gris y amarillo, a diferencia del rojo y el negro que durante años lució la anterior firma. Las oficinas donde no se ha hecho obra, ni se hará, son las que van a cerrar: la de Llaranes y la de la calle Fernando Morán. En el primero de los casos la pretendida "integración" de la sucursal en la oficina de La Rocica ha causado hondo disgusto en el barrio siderúrgico, que en su época tuvo hasta tres bancos y ahora se quedará sólo con uno, el BBVA. Fruto de ese malestar es la convocatoria, para el próximo día 20 de mayo, de una concentración de protesta de los vecinos delante de la sucursal que va a desaparecer.

Según el departamento de Comunicación de Liberbank, el proyecto en marcha contempla cuatro hitos de primera relevancia. Por una parte, la compañía abogará por "la implantación de una nueva segmentación estratégica, una propuesta de valor adaptada que permita capturar el potencial identificado en los clientes y un programa de sistemática comercial para afrontar los retos futuros". Además, busca "la transformación del modelo de distribución comercial para mejorar la eficiencia, la calidad del servicio bancario y potenciar la experiencia de cliente desde distintos puntos de atención".

Otro de los ejes del cambio proyectado por Liberbank pasa por "la potenciación de las capacidades digitales y multicanales para alinear la propuesta de valor con el mercado y mejorar la oferta de productos y servicios con un enfoque integrado de canales".

Es decir, Liberbank aspira a lograr una mayor capacidad de actuación comercial, orientando sus actuaciones "a la obtención de nuevos clientes, al refuerzo de la vinculación de los actuales y a la priorización en la venta de los productos y servicios con mayor margen para desarrollar el negocio con rentabilidad sostenida".

En cuanto a los formatos de las oficinas comerciales, la prueba piloto avilesina implica "avanzar desde un modelo de oficinas universales, dotadas todas de servicio de caja, gestión comercial, cajero, etcétera, a un modelo de red comercial adaptada a los diferentes factores geográficos y socioeconómicos y al comportamiento de los clientes".

En ese sentido, la prueba piloto que está realizando la entidad financiera incluirá la transformación de las "unidades de gestión comercial" en cuatro tipos de oficina. Por una parte, estará la oficina emblemática o "flagship". Se trata de un lugar de representación en ciudades importantes, dotada de todos los servicios. En Avilés, sólo habrá una, la de la plaza de Camposagrado.

Por otro lado estará la oficina urbana. Es similar a la anterior, pero de menor tamaño y dotada con algún recurso de servicio de carácter opcional en función de las necesidades. En Avilés, habrá cuatro: Las Meanas, Villalegre, La Rocica y Versalles.

Oficinas sin caja

En tercer lugar, se crearán oficinas urbanas ligeras sin caja. Serán centros orientados a proveer servicios de atención y gestión de clientes mediante autoservicio. Habrá dos en el área bancaria de Avilés: la del Carbayedo y la de Las Vegas (Corvera). Y, por último, se pondrá en marcha un tipo de oficina denominada como de autoservicio. Según la explicación de Liberbank, se trata de "centros funcionales de altas prestaciones para la realización de operaciones a través de equipos de autoservicio". Tendrán esta condición las oficinas de las calles La Cámara, Las Artes y La Parada.

Este plan comercial piloto que se está implantando ahora en la ciudad, concluye un portavoz de Liberbank, "es un proyecto estratégico y un reto de futuro para nuestro banco, que junto con el de Descarga operativa de la red, los proyectos de Transformación de la entidad a nuevos modelos de evaluación de riesgos y el Plan de sistemas nos permitirán seguir afianzando nuestras capacidades comerciales para conseguir ser el mejor banco para nuestros clientes".

El grupo municipal de Somos Avilés propuso ayer en esta línea que el Pleno se pronuncie en contra del plan piloto de Liberbank desarrollado en el municipio "que supone el cierre de oficinas en unos casos y la disminución de la atención directa al cliente en otros, por los perjuicios que suponen estos cambios para la ciudadanía".

Este grupo argumenta en una moción presentada hoy para su debate en el próximo pleno que el plan al que hace referencia compromete el futuro de la propia entidad que, recuerda que se nutre de los recursos de la caja "que era de todos los asturianos".

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