Dos cocineras de la comarca -Isabel Alonso, de "La tenada", y Ramona Menéndez, de "Casa Belarmino"- participarán el próximo fin de semana en Astur Paladea, salón gastronómico de la buena mesa que se celebra en el recinto ferial "Luis Adaro" de Gijón.

Desde el viernes y hasta el domingo, el Palacio de Congresos de la mayor ciudad asturiana se convertirá en un escaparate en el que empresas y profesionales de la alimentación y los servicios mostrarán las novedades más destacadas del sector. Así, Ramona Menéndez presentará el domingo por la tarde ante el público un plato que su restaurante de Manzaneda acaba de incorporar a la carta: pita pinta guisada. Se trata de una elaboración basada en un producto autóctono, en vías de extinción, que se está recuperando. Son pocos los restaurantes que tienen la posibilidad de trabajarla porque no hay mucha producción y está muy controlada", señala la cocinera, que ayer habló de Astur Paladea en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés.

De la pita, la cocinera gozoniega destaca su suavidad, ternura y jugosidad. "Es pequeña, no pesa más de tres kilos", dice. Es inevitable compararla con otro producto autóctono: el pitu de caleya, aunque según la cocinera gozoniega "no tienen nada que ver". "La pita es más jugosa, con la grasa más entreverada entre la carne", indica para comentar la reacción que despierta entre sus clientes. "Sorprende. Les explicamos la historia de la pita y la elaboración. La presentamos guisada, desmenuzada, sin huesos y con bolas de patata. Es un plato de cocina tradicional, delicado en la elaboración porque requiere mucho trabajo".

En cuanto al precio, reconoce que no es barato. "Tiene un precio medio ya que el producto inicial es caro por la elevada calidad además de la mano de obra, que es alta", concluye la cocinera.