El pasado día 15 de mayo concluyó el período de acceso libre de los perros a las playas de Castrillón. Y, pese a que este año el Ayuntamiento incrementó en un mes la autorización de estancia de las mascotas, muchos usuarios de las playas, sobre todo de Salinas, se quejan de que algunos de sus dueños incumplen la normativa.

"Hay muchos vecinos que sigan llevando a sus perros a las playas, no entendemos que no se multe por esa infracción y sí por otras mucho más leves", señaló ayer Pablo González, usuario de la playa de Salinas.

En los últimos meses, el gobierno castrillonense ha incrementado la oferta para los perros. En el parque Piñole de Salinas se ha acotado una zona para uso y disfrute de los canes y se han incrementado los días de estancia de las mascotas en la playa entre el 1 y el 15 de mayo y el 15 y 30 de septiembre. Asimismo, se proyecta permitir la estancia de los perros en una zona de la playa de Bayas, siempre que estén controlados por los dueños.

"La zona para perros del parque Piñole está casi siempre vacía pero el parque de La Deva está lleno de canee sueltos, incumpliendo la ordenanza de Medio Ambiente que prohibe la estancia de perros en las áreas infantiles de los parques", se queja María Fernández, otra usuaria.

Los vecinos también alertan de la gran cantidad de perros sueltos en las zonas urbanas y de la suciedad de las aceras por los excrementos. "Entendemos que los dueños de mascotas quieran más y mejores sitios para que jueguen o hagan ejercicio pero tienen unas obligaciones que, en muchos casos incumplen", afirma Fernández.