La Corriente Sindical de Izquierda (CSI), sindicato mayoritario en Asturias en Liberbank, rechazó ayer el plan de reorganización de oficinas planteado por la entidad en Avilés y anunció su apoyo a la concentración que han organizado mañana a mediodía los vecinos de Llaranes delante de la sucursal de la calle Martinete, que es una de las que cerrará sus puertas. La CSI exige además al Ayuntamiento "un pronunciamiento" en contra del plan.

Para el sindicato, el proyecto piloto de Avilés supone "el desmantelamiento de lo que fue Cajastur como colofón al proceso de privatización/liquidación de la caja llevado a cabo por la actual cúpula de Liberbank". "Esta nueva iniciativa se suma al cierre de los hogares de pensionistas, la liquidación de la Obra Social y Cultural de Cajastur, los ERE y los recortes salariales a los empleados, los desahucios y toda una serie de políticas contra la gente humilde y trabajadora", sostiene la Corriente.