"El Nano era el lobo de los lobos y yo el cordero, pero me hizo ser un león cuando amenazó a mi hijo", esgrimió ayer en su defensa F. H. C., acusado por matar a tiros a Francisco Jiménez Vargas, alias "El Nano", en la avenida de los Telares de Avilés en 2013. F. H. C. reconoció, como ya hiciera en el momento de su detención hace casi tres años, haber disparado con una pistola de su propiedad al Nano, con el que uno de sus nueve hermanos, declaró, tenía una enconada disputa que aquel 24 de julio salpicó a uno de sus hijos menor de edad. Admitió también haber huido con su familia a Xinzo de Limia (Orense) tras cometer el crimen: "Yo no huía de la Policía, huía de la venganza gitana".

El acusado dijo haber actuado cegado por la desesperación al conocer que uno de sus hijos pequeños podía estar en manos de "El Nano", que le había amenazado. "Estoy arrepentido, yo no soy un asesino. Pero vi a mi familia en peligro. El Nano nos juró los muertos y eso para un gitano significa muerte", declaró F. H. C. ante el magistrado Francisco Javier Rodríguez Luengo y el tribunal popular en la primera sesión del juicio, en el que también se procesa a dos personas -M. H. C. y L. G. C.- por sendos delitos de encubrimiento. El principal acusado reconoció haber cogido una pistola de su casa (tenía licencia de armas en regla) el día del crimen cuando supo que su hijo había sido amenazado por el Nano.

"Luego cogí la furgoneta, mi hermano (M. H. C.) apareció por mi casa y vino conmigo. Yo estaba muy nervioso, buscaba a mi hijo y cualquiera que sea padre puede entenderme. En la avenida de los Telares vi al Nano y a cuatro personas más. Le pregunté por mi hijo y nada más que me vio hizo un gesto como para enseñarme un revólver plateado. Entonces le disparé. El primer tiro que le di debería tenerlo en el brazo porque quería que tirara su arma. Luego 'pum', 'pum', 'pum'. Estaba sin balas y seguía tirando. Desperté del shock cuando mi hijo me dijo 'papá, vale'", declaró. Acto seguido, dijo, él, su hermano y su hijo regresaron a su casa, en la avenida de Alemania.

"Allí cogimos lo necesario, arranqué la furgoneta de mi hija y marchamos rumbo a Xinzo de Limia. Toda la familia salió de Avilés. Y se cumplió la venganza gitana: nos quemaron y saquearon propiedades, quedamos en la ruina y hasta mataron a mi perro", precisó. En Xinzo de Limia pidieron ser acogidos por "el tío L." (L. G. C., inculpado por encubrimiento), que ayer reconoció que no les pudo acoger en su domicilio por falta de espacio. Allí pernoctaron, dijo F. H. C., alrededor de setenta personas de su familia en un terreno ferial. "De camino a Xinzo de Limia un policía me llamó recomendándome que me entregara y le pedí una semana de tiempo para poner a salvo a mi familia", declaró. El 1 de agosto de 2013, F. H. C. fue detenido en Galicia.

El Ministerio Fiscal pide 19 años de prisión para el autor confeso del crimen por un delito de asesinato y veinte de destierro. La familia de Francisco Jiménez Vargas, representada por el abogado Ignacio Hernando, solicita por su parte que se condene a F. H. C. a 25 años por un delito de asesinato y la abogada de F. H. C., Ana Boto, pide una condena de cuatro años de prisión en base a la eximente de legítima defensa, los atenuantes de arrebato u obcecación, la reparación del daño al haber pagado unos 5.000 euros a la familia del Nano y la circunstancia de confesión. F. H. C. entregó el arma homicida en el momento de su arresto. Para los dos presuntos encubridores la fiscalía y la acusación piden dos años de cárcel, aunque avanzaron que retirarán la acusación a M. H. C., hermano de F. H. C. y pastor evangelista.

Los tres acusados solo aceptaron responder ayer a las preguntas de la defensa. En la vista celebrada en la Audiencia Provincial declararon también ayer dos testigos -M. A. R. L y V. C. G.- que coincidieron en que no vieron ni pueden identificar a la persona que disparó contra "El Nano", a quien conocían de operaciones de compraventa de coches.

F. H. C. lamentó que otros gitanos no puedan acudir como testigos al juicio en su defensa "porque lo pagarían con la ley gitana" por la que él, consideró, ya está condenado. El juicio se prolongará hasta el próximo viernes.