El doctor Pedro Carlos Cavadas (Valencia, 1965) tiene claro que trabaja para mejorar la vida de sus pacientes. "No me despierto una mañana y digo: 'Quiero hacer una técnica muy compleja y voy a buscar una víctima propicia'. No. Es al revés. Se abre la puerta de la consulta, entra una persona con un problema para el que no hay opción de reconstrucción con tejido propio y te planteas utilizar tejidos de otra personas". Y eso es lo que ha hecho Cavadas en varias ocasiones: un trasplante bilateral y simultáneo de piernas, otro de manos y antebrazos y un tercero de cara, por ejemplo. Cavadas y Rafael Matesanz, de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), participaron ayer en Avilés en el acto central del cuadragésimo cumpleaños del Hospital San Agustín.

"Los retos y la medicina no se llevan bien. Los retos son cosa de deportistas o de intoxicados por Red Bull. Un reto es cruzar el Atlántico en patito de goma: algo dificilísimo, pero de beneficio cero. Los médicos no superamos retos, lo que hacemos es esforzarnos por solucionar los problemas de la gente, que es muy, muy distinto". Añadió más: "En un reto te pones tú mismo en un brete. En medicina lo es el paciente. Para que te estrujes la cabeza y tires de todo lo que has estudiado o te queda por estudiar. Todo para que le mejores la vida al paciente que ha entrado por tu puerta".

Cavadas y Matesanz fueron los protagonistas de una mesa redonda centrada en la evolución de las nuevas tecnologías aplicadas a la medicina en los últimos cuarenta años, la antigüedad que tine el San Agustín. Los dos convinieron en que la transformación ha sido absoluta de cuatro décadas atrás. ¿Y qué pasará en el futuro? "Muchos de los trasplantes que se hacen ahora no se harán en el futuro porque no harán falta", aseguró Rafael Matesanz, que dirige una institución que fue distinguida con el Premio Princesa de Asturias. "Probablemente, la medicina vaya mejorando de tal modo que hagan innecesarios los trasplantes, aunque no todos. Esto lo digo porque estamos viendo que el trasplante cardíaco se hace hoy en día menos que hace quince o veinte años", añadió Matesanz. Cavadas fue más allá: "Dentro de 40 años estaremos un pelín más cerca de conseguir el santo grial de la trasplantología: la tolerancia inmunológica, ser capaces de poner un órgano de un paciente a otro y que no haga falta darle medicación inmunosupresora".