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"Barriguitas" que gestan arte

Ana Hernández, madrileña que vive en Avilés, arrasa entre las embarazadas pintando sus vientres con diseños propios

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"Barriguitas" que gestan arte

Sergio estaba ayer algo inquieto y se revolvía en el vientre de su madre más de lo habitual. La gijonesa Inés Lapuerta, de 31 años y embarazada de cuarenta semanas, estaba entregada al agradable cosquilleo de los pinceles de Ana Hernández Alcobendas y el pequeño parecía disfrutar también del baile de colores. Lapuerta es una de muchas gestantes asturianas que este año han contactado con la artista madrileña afincada en Avilés para transformar su tripa en una auténtica obra de arte. El precio del "pack" básico es de ochenta euros e incluye pintura y diez fotos para el recuerdo.

El "belly painting" -nombre que recibe el maquillaje corporal sobre los vientres de las embarazadas- es el último grito entre las futuras mamás y Alcobendas es una de las pocas que ofrece ahora este servicio en la región. Atiende a sus clientes a domicilio y utiliza para sus obras ceras naturales inocuas para las mujeres y sus retoños. "La respuesta es muy buena y estoy muy satisfecha con este trabajo. Es increíble pintar la barriga de una mujer embarazada, notar cómo se mueve el bebé...", explica la artista, licenciada en Derecho y con el título de Conservación y Restauración de Bienes Culturales por la Escuela Superior de Arte del Principado de Asturias, con sede en Avilés.

Ana Hernández Alcobendas decidió pintar panzas tras cerrar un negocio de decoración, tocado por la crisis. "Seguí trabajando a través de internet haciendo sobre todo papelería de bodas y pensé: ¿por qué no pintar cuerpos?", relata esta mujer, que nació con un pincel en la mano.

Una idea le llevó a otra y así se decantó por el "belly painting", un negocio que arrasa entre las gestantes. Alcobendas acepta todo tipo de encargos. "De acuerdo con lo que me piden hago un boceto y luego, si les gusta, pintamos", explica. Los diseños siempre son únicos y personalizados. Aunque lleva pocos meses decorando vientres, a esta vecina de Avilés ya le han encargado todo tipo de dibujos, la oferta es ilimitada. "Gustan mucho los piratas y las cigüeñas", asegura.

Las embarazadas que participan en las sesiones de aproximadamente una hora y media de duración contratan este servicio con el objetivo único de conservar en forma a de foto un recuerdo de su embarazo. Inés Lapuerta destapó ayer su barriga como si se tratara de un lienzo en blanco con este fin. "Tenemos un niña, Elena, de dos años y medio. De su embarazo tengo tres álbumes de fotos porque todo era novedad, pero con Sergio no ha sido así y ahora que estoy a punto de salir de cuentas hemos decidido hacer esto para tener un recuerdo", explica la gijonesa, mientras Alcobendas mueve los pinceles. Su pareja -y padre de la criatura a punto de nacer-, Víctor Manuel Alonso, hace mientras tanto fotografías de la sesión con un teléfono móvil. Las "buenas", no obstante, se las enviará Ana Hernández Alcobendas. El precio del servicio varía según el "pack" elegido y la fecha: si la futura mamá desea que le pinte su barriga en fin de semana debe pagar treinta euros más.

Embarazada y artista se sumergen durante la sesión en un ambiente de relax con música de fondo. La actividad parece gustar al pequeño Sergio a punto de nacer, que en todo momento intenta comunicarse con el exterior a través de "pataditas". "La experiencia es muy buena y aconsejable", precisa Lapuerta, una joven que ahora ya tiene una foto para enseñarle a su hijo del día en el que en su barriga se gestó una obra de arte.

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