Dos agentes de la Policía Local de Avilés han sido condenados por la Audiencia Provincial a seis meses de prisión cada uno y, un tercero, a tres meses por un delito de amenazas a un hombre (el corverano C. M. S.) que supuestamente le habría realizado proposiciones sexuales al hijo de uno de los policías, que sufre una minusvalía psíquica del 65 por ciento. Estos tres agentes, junto con un cuarto que también se sentó en el banquillo en los primeros días de mayo, han sido absueltos de los delitos de detención ilegal y torturas del que les acusaba el Ministerio Fiscal. Los agentes vinculados al cuartel de la calle José Cueto prevén recurrir en los próximos días el fallo de la Audiencia.

El tribunal da por probado que el denunciante (C. M. S) se hallaba el 30 de mayo de 2014 en una parada de autobús de la calle de Llano Ponte cuando se le acercaron dos agentes de la Policía Local para decirle que tenía que acompañarles a Comisaría por quemarle la cazadora a un chico y hacerle proposiciones sexuales. "El vehículo policial fue conducido por un agente siguiendo un itinerario alternativo por Divina Pastora, circulando tras él otro agente a bordo de una moto", reza el escrito judicial. En dicho lugar, el agente que viajaba de copiloto, indispuesto aquel día, aprovechó para ir al servicio. Este agente resultó absuelto por el juez. Los otros dos -el conductor del turismo y de la moto- pusieron al detenido contra una pared y le sacaron varias fotos, mientras ambos amenazaban con matarle. El magistrado solicita la pena de seis meses de prisión para cada uno de ellos por un delito de amenazas.

Posteriormente, C. M. S. fue trasladado a la comisaría de la Policía Local y, luego, a la de la Nacional para tomarle declaración. En una dependencia de la Comisaría intervino un cuarto agente de la Policía Local que se dirigió al detenido y le dijo que era el padre del chico al que le había quemado la cazadora y que "si quería, que se la chupara a él", amenazándole reiteradamente. Posteriormente, un agente sacó su arma, extrajo una bala del cargador y tras preguntar al detenido su nombre de pila, le dijo que "era para apuntar su nombre en esa bala".

Todo lo anterior obedece a que un hijo de uno de los agentes acusados, de 33 años en el momento de lo hechos, había manifestado que había tenido problemas con el detenido en días anteriores en una parada de autobús de Llano Ponte. En concreto aseguraba que le había quemado la cazadora con un cigarrillo y que le había dicho: "Te doy 10 euros si me chupas la trompa".

En el caso del padre del chico, la sentencia, contra la que cabe recurso, reduce la condena a tres meses de prisión por concurrir la atenuante muy cualificada de estado pasional.