La crisis económica y laboral está detrás de muchas situaciones de indefensión para los inmigrantes. Algunos de ellos han visto cómo, pese a llevar años en Asturias, se han quedado sin los papeles que acreditan su situación regular y corren el riesgo de ser expulsados, porque bien les han echado de sus trabajos o bien los que tienen son a jornada parcial, lo que no es suficiente para justificar "el arraigo" que pide la oficina de extranjería. Les exigen un empleo a tiempo completo.

"La ley de Extranjería es muy restrictiva y la oficina de Asturias es muy dura. Les piden permanentemente papeles y hay que buscarlos donde sea para justificar un determinado periodo. Es una lucha terrible", aseguró ayer María Jesús Sánchez, de la asociación Asturias Acoge, que ofreció en el CMAE la charla "El arraigo, la irregularidad sobrevenida por no poder renovar" junto a Luz Cuadra, del mismo colectivo, con motivo del Día de África.

"El problema es que el hecho de ser irregular no les permite acceder a casi nada, no pueden hacer cursos del Servicio de Empleo... Cuando les coge la Policía y les detienen lo que les dicen es que no tienen arraigo", comentó Sánchez. Por eso, cuando un inmigrante les pide consejo sobre qué hacer para poder quedarse en España, se le explica que sólo el hecho de estar empadronado no vale, sino que tienen que "vincularse más con las personas, con el entorno". "Les decimos que sean miembros de asociaciones españolas, que tengan amigos españoles o una pareja española", añadió.