-Hombre, Olmedo, cuánto tiempo, ¿cómo vas?

-Nada, nena, ando fastidiado. Es lo que hay. Pero, bueno, habrá que tomar una sidra.

Hace más de cuatro años que José María (Chema) Olmedo, ex secretario general de MCA-UGT en la comarca avilesina, comenzó a librar su última batalla. Le tocó lidiar contra un cáncer grave, del que hablaba con absoluta naturalidad y al que hizo frente con el mismo tesón, fuerza y talante que caracterizó su dilatada carrera como sindicalista. Hace meses que sabía que no había solución, que el tiempo se le acababa. Pero siguió siendo el mismo hasta el final, pasando por el sindicato y tomando sus sidras hasta que no hubo más fuerzas. El sindicalista para el que todos tienen buenas palabras se fue ayer a los 64 años en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), pero su recuerdo y legado será eterno para muchos.

José María Olmedo -maestro industrial, graduado social y máster en Relaciones Laborales- nació en Valdenebro (Valladolid) en 1951 y, a los cuatro años, aterrizó en la comarca por el florecimiento de Ensidesa. Su padre trabajó hasta la jubilación en los talleres generales de la fábrica, en la que Olmedo entró en 1974 tras hacer Maestría.

Desde ese mismo año llevaba en la brecha sindical, primero en la ORT (sindicato de extrema izquierda) y luego en la Unión General de Trabajadores (UGT), a la que se afilió en 1980. En "la fabricona", trabajó en los talleres y en el Tren de Bandas en Caliente (TBC) de la hoy factoría de Arcelor-Mittal en Avilés. Durante catorce años fue secretario comarcal de MCA-UGT en la comarca, cargo que dejó "casi por obligación". Convivía con la enfermedad, y fue ese el principal motivo por el que acabó dando el testigo, que asumió su compañero y pupilo Jenaro Martínez Paramio.

"¡Qué injusta es la vida! Con lo que luchó... Afrontó la enfermedad con una serenidad fuera de lo común. Deja un legado sindical y de compromiso fuera de lo normal. En pleno tratamiento siguió acudiendo al sindicato y todo a cambio de nada. Era una persona extraordinaria e inculcó ese legado a mucha gente", apuntó ayer Paramio, destrozado por la pérdida.

Para la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, Olmedo era compañero y amigo. Le incluyó en su lista para las elecciones municipales del año pasado. "Tuve la suerte de disfrutarlo. Hace tan solo quince días que estuvimos comiendo y nos reímos un montón. Olmedo tenía unos valores muy sólidos, tanto en el plano sindical como en el político. Y una prueba de ello es que a pesar de su salud se sumó a ir en nuestra candidatura. Cuando alguien muere siempre se dice que era una buena persona. En su caso sí lo era. Supo vivir y supo morir", aseveró Monteserín.

El exsecretario comarcal de la UGT, Amado González, destacó su carácter "dialogante, su tesón y fuerza". "No salen las palabras, han sido tantos años juntos. Estuvo en el Congreso de Oviedo hace tan solo unos días", señaló. Olmedo y José María Guzmán Pacios, secretario comarcal de CC OO, compartieron los momentos más difíciles de la siderurgia, procesos de reestructuración, privatizaciones, la reconversión. "Se pierde a un gran hombre y a un buen sindicalista", dijo ayer tras conocer la pérdida. También su homólogo en USO, Israel Castro, trasladó sus condolencias. "Es una gran pérdida para el mundo laboral y sindical", pronunció. También se sumó a las condolencias el concejal de Participación Ciudadana de Corvera, Rafael Alonso. Empezaron de la mano en el sindicalismo en Ensidesa. "Como sindicalista, es de lo mejor que ha tenido la UGT, y como persona es irrepetible. Ha sido un lujo para el sindicalismo y una persona muy querida por su personalidad", indicó.

La UGT de Asturias, que concedió a Chema Olmedo el premio "Primero de Mayo" de 2014 a la militancia y la dedicación por sus valores como sindicalista, trasladó sus condolencias a través de las redes sociales: "Gran compañero, gran persona y un incansable luchador, siempre estarás en nuestra memoria". Y también el Club Natación de Avilés, en el que nadaba desde hace 23 años. Era uno de los master. "Se ha ido un amigo. Allá donde vaya, se llevan un buen fichaje", señaló su compañero de piscina Antonio Clavel.

José María Olmedo deja viuda a su querida Pilarín (María del Pilar Esteban) y huérfano a su hijo Miguel. Familiares, compañeros y amigos lo despedirán esta tarde (16.00 horas) en la iglesia parroquial de San Juan de Ávila.

Olmedo fue feliz: "Mi mayor logro es tener esta edad y ser feliz", dijo en diciembre de 2013 en la última entrevista que concedió a este periódico como secretario comarcal de MCA-UGT. "No me falta de nada, me llevo bien con los compañeros, con mi esposa y soy más rico que nadie, pero porque no necesito casi nada. Tengo una vida rutinaria, pero muy completa. Cuando estaba ingresado le decía a mi mujer: Pilarín, solo quiero salir de aquí y dar un paseo, bajar por San Cristóbal, luego tomar una sidra en la Tataguya, ir a cenar a casa...". Así era uno de los sindicalistas más grandes que, según dicen, ha dado Asturias.