El próximo 26 de julio se celebrará el juicio promovido por los 34 extrabajadores de la empresa Montrasa Maessa Asturias que atendían el contrato de mantenimiento y apoyo de la fundición en las instalaciones de la multinacional Alcoa. Este juicio fue suspendido a comienzos de mayo por un defecto de forma. Entonces, los 34 de Montrasa habían planteado el conflicto colectivo únicamente frente a Alcoa, Imasa, Jofrasa y Montrasa Maessa Asturias sin tener en cuenta otras sociedades incluidas en los Acuerdos de Oviedo. Y esto era fundamental porque las reclamaciones de los despedidos se sustancian, precisamente, en la mesa que regula las relaciones comerciales entre la multinacional aluminera y el resto de las empresas auxiliares que le dan servicio desde hace, al menos, 14 años.

Los 34 trabajadores que mantuvieron un encierro en las instalaciones de la fábrica de San Balandrán durante algo menos de dos semanas reclaman que Alcoa les contrate. "Si no nos contrata, lo tendrá que hacer la empresa auxiliar que esté desarrollando las tareas que veníamos desarrollando nosotros. Además reclamamos que se recoloque a las personas incluidas en los Acuerdos de Oviedo", señaló Ricardo Martínez, que fue el presidente del comité de empresa de Montrasa Maessa en el tajo de Alcoa.

Los Acuerdos de Oviedo es una mesa en la que están presentes representantes de la multinacional, del sector de las auxiliares, de los sindicatos y, asimismo, del Principado de Asturias, que tiene como objetivo garantizar su desarrollo. El principal punto de estos acuerdos es la obligatoriedad de recolocar a los trabajadores incluidos en ellos en otras empresas del sector cuando la compañía de la que viene deja de explotar un contrato generado por la aluminera. Los 34 de Montrasa invocan la norma regulatoria del 22 de abril de 1976, que está incluida en el convenio. "Si Alcoa realiza la labor y necesita personal nos tienen que llamar", concluyó Martínez.