Un ladrón atracó ayer, pistola en mano, una peluquería ubicada en la calle Fernando Morán. El suceso tuvo lugar en torno a las 14.30 horas, cuando el atracador, armado y con la cara cubierta, accedió al negocio para tratar de llevarse la recaudación de la caja registradora, aunque acabó huyendo con el bolso de una de las trabajadoras como botín. "Venía a darle el relevo a mi compañera a las dos y media y, cuando entré por la puerta, un hombre estaba encañonándola en la cabeza. En ese momento, el atracador apuntó hacia mí y me dijo que me pusiese a su lado, a lo que yo reaccioné gritándole que se fuera, que iba a llamar a la Policía, y salí a la calle", explicó ayer Lola Jorquera, copropietaria del negocio, aún "con el susto en el cuerpo". "Todavía con la pistola apuntando a mi socia, el ladrón se puso a golpear la caja y, como no podía abrirla, echó mano a su bolso y escapó", prosiguió.
En el bolso, su compañera, Amparo García-Caro, llevaba las llaves del negocio, tarjetas de crédito y la cartera, en la que guardaba la mitad de la recaudación del mes de mayo, su parte del negocio. "Donde ya no están las cosas todo lo bien que debería y se necesita, vienen y nos hacen la Pascua", narró Jorquera mientras se le escapaba alguna lágrima. Además de la pérdida económica, el ladrón también estropeó el equipo informático de la peluquería al golpearlo para tratar de abrir la caja registradora.
Según la narración de Jorquera, el asaltante medía "en torno a 1,60 metros, era joven y tenía acento de Europa del este". "Cuando encaraba la calle para venir a trabajar lo vi al fondo de la misma, y me llamó la atención, porque iba muy tapado para el calor que hacía. Yo no veo muy bien de lejos y pensé que lo había perdido de vista; aunque por un instante me pregunté si habría entrado en la peluquería. Imagínese mi sorpresa al verlo arrinconando a mi compañera con la pistola", explicó. Una vecina que se encontraba en establecimiento, y que vive muy cerca del negocio de las víctimas, aseguró haber visto en más ocasiones a ese sujeto "merodeando por la zona". "No es la primera vez que voy a entrar al portal y me encuentro a un chico tapado, que coincide con la descripción que da Lola. En esos casos siempre seguí de largo, porque me daba muy mala espina", explicó.
Tras el robo, las propietarias del negocio llamaron a la Policía Nacional, que se desplazó hasta el lugar del suceso para tratar de recabar pruebas que les acerquen al ladrón. "Nos dijeron que no nos queda otra que esperar a ver si lo cazan", aseveró con aires de pesimismo Jorquera. "Ahora lo peor es que mañana (por hoy) me tendré que quedar sola, y a ver cómo lo llevo", lamentó.
La peluquería asaltada se encuentra ubicada en una zona de Fernando Morán, en El Quirinal, no muy transitada y que se encuentra resguardada por soportales. En el momento del robo, los comercios que rodean el negocio de Jorquera y García-Caro se encontraban cerrados, por lo que no hubo testigos del asalto. "Es una zona muy tranquila y ni siquiera me había enterado de que a las de al lado les habían atracado", aseguró Adolfo Rodríguez, propietario de una clínica de fisioterapia en la zona, que abrió sus puertas escasos minutos después del suceso.
Según datos del Ministerio del Interior, durante el primer trimestre de 2016 los robos con fuerza en domicilios habían aumentado un 106,3 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior en la comarca avilesina; con un total de 33 delitos de este estilo. La Policía Nacional no consideró "preocupantes" estos datos y achacó a "bandas de ladrones itinerantes".
