Daniela Soler Torres se hizo con la medalla de oro en el Mundial de duatlón que se celebró el año pasado en la localidad australiana de Adelaida. "Estoy aquí para revalidar aquel triunfo", dice. Compite en la categoría 25 a 29 años (en Australia lo hizo en sub-23). "Estoy lista", asegura. Soler nació en 1991 en la localidad mexicana de San Luis de Potosí.
"Llegué anoche (por antes de ayer). Me alojo en casa de Elianne Yáñez y Eduardo Uberty", dice. "Sin ellos no podría estar aquí", confiesa. "La empresa BH me patrocina algo, pero no todo. No podía pagarme la estancia en España. Cada participante tiene que correr con sus propios gastos; la Federación no ayuda nadie", añade la campeona.
Yáñez y Uberty son amigos del Rotary Club de Avilés, la hija de ambos obtuvo el premio "Protagonistas del Mañana". "Mi novio y su padre también son rotarios", apunta Soler. "Les dije que iba a tener problemas de viajar, sobre todo después del que hice a Australia en 2015", explica la deportista. "Ellos se pusieron en contacto con nosotros y encontramos la casa en la que se podía alojar", interviene Beatriz Ayuso, responsable de comunicación de la delegación rotaria en Avilés.
Daniela Soler se inclinó por el duatlón porque los otros deportes la aburrían. "No hay momento para el aburrimiento en este deporte", sonríe la campeona. "Lo que de verdad me ha interesado siempre es la bicicleta", confiesa la deportista. En la competición de Avilés tiene que sumar al velocípedo la carrera a pie. La esperan cinco kilómetros corriendo, veinte más en bicicleta y dos y medio más otra vez a la carrera a pie para concluir la competición.
Eduardo Uberty y Elianne Yáñez no sólo acogen a la deportista. "La ayudan en todo lo que tiene que ver con su dieta, su alimentación. Gestionaron con Roxín que le montara la bicicleta, que la trajo a España en un paquete que pesa 17 kilos", añade Ayuso. Los dos anfitriones de la campeona van a estar en el Niemeyer para animar a la mexicana. "Seguro que es la ganadora", concluye Yáñez.
