El Mundial de duatlón transformó ayer la imagen de la ciudad. El entorno del Centro Niemeyer y de la ría recibió centenares de personas para seguir las diferentes pruebas y las calles y plazas estuvieron animadas durante toda la jornada, con numerosos ciudadanos de paseo o en los bares y terrazas. La apertura de la mayoría de los comercios en horario de tarde potenció igualmente el ambiente relajado y festivo del sábado.