La temporada de cruceros, que ayer abrió el buque "Braemar", atraerá este año a la ciudad a más de 3.000 turistas. Son cuatro las escalas cerradas en 2016 y otras tantas las anunciadas para 2017. Los gestores de la Autoridad Portuaria consideran que el turismo de cruceros "está ya consolidado" y sostienen que entre sus objetivos se encuentra mantenerlo e incluso impulsarlo, captando a más navieras. "Aspiramos a que se nos conozca en el sector, a que Fred Olsen siga confiando en nosotros y a atraer a más navieras", aseveró el presidente portuario, Santiago Rodríguez Vega. Para la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, "los cruceros han supuesto un revulsivo para la ciudad". "Hace diez o quince años no se imaginaba la parada de un crucero aquí y se ha conseguido gracias, sobre todo, al importante impulso por parte del Puerto", comentó la regidora.

El "Braemar", el mismo buque inauguró en 2012 el turismo de cruceros en Avilés, atracó a las ocho de la mañana ante el Centro Niemeyer bajo una fina lluvia y levó anclas pocos minutos después de las seis de la tarde, tras una escala de diez horas y bajo un sol radiante. Cientos de curiosos aprovecharon la tarde casi veraniega para fotografiar la salida del navío de la compañía Fred Olsen, que comenzó la travesía del puerto inglés de Southampton, y que además de en Avilés hará escala en La Coruña, Portimao (Portugal), Sevilla, Huelva, Málaga y Vigo.

El buque llegó a la ciudad con 390 tripulantes y 839 pasajeros, muchos de los cuales pasearon por el casco histórico avilesino. La naviera Fred Olsen tenía organizadas tres excursiones: una por Avilés, otra que compaginó la villa del Adelantado y Luanco y una tercera a Oviedo y Gijón. Uno de los grupos que decidió quedarse en la ciudad la recorrió de la mano de la guía Begoña López. "Me ha sorprendido mucho la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery, es algo muy inglés", comentó Peter Johnson, natural de la ciudad británica de Surrey. Su compatriota Alison Walker, de Leeds, añadió: "Nos está sorprendiendo muy gratamente Avilés. Cuenta con cosas muy interesantes en un espacio muy reducido".

Los cruceristas acabaron su visita en Casa Lin, donde disfrutaron de una espicha, conocieron el funcionamiento de un llagar e incluso se animaron a escanciar culinos de sidra. "Aquí tienen diferentes tipos de quesos asturianos. Este azul es el cabrales, el más típico de todos. Estos es pan con chorizo", les ilustró Begoña López, mientras los turistas se lanzaban a hacer fotografías al escanciado de José Ángel (Josepín) y Victoria Artime. "Lo último que les queda en el vaso tienen que tirarlo. La manzana tiene que volver al suelo otra vez", les explicaba el primero.

Monteserín valoró que más de 900 personas visitaran Avilés, consumieran y "disfrutaran". "Es un impulso para la ciudad porque esa gente se llevará una buenísima impresión", dijo. Reconoció, sin embargo, que el gran problema es atraer a los turistas. "En el momento que nos conocen, se marchan muy satisfechos. Donde fallamos más es en el conocimiento previo", aseveró la Regidora.

Monteserín, por todo ello, instó a todos los sectores que están implicados en la parte turística -hosteleros, taxistas, el propio Ayuntamiento...- a que se dé "una buena imagen, que los servicios presten una buena atención". "Que se esté a la altura. Todos somos protagonistas para que todo tenga calidad. Y ahí es donde la ciudad se tiene que implicar. La cuestión es hacerlo bien", concluyó.

Los cruceristas regresarán a la ciudad el 24 de julio, fecha en la que el "Braemar" volverá a surcar la ría avilesina. Completarán el calendario de este año el "Ms Europa", hotel flotante de cinco estrellas de la naviera Hapag-Lloyd, con capacidad para 408 pasajeros, el 5 de septiembre, y el "Black Watch", que hará escala en la ciudad el 5 de octubre. Son cinco las escalas previstas para 2017: las del "Braemar" (4 de mayo y 20 de junio), "Boudicca" (25 de julio), "MS Bremen" (6 de octubre) y "Black Watch" (9 de octubre). Hasta ahora son tres las navieras que operan en Avilés, pero el Puerto está participando en foros y ferias para que el número de escalas vaya en aumento, con las limitaciones físicas de la ría. "Tenemos varias navieras en cartera", concluyó Rodríguez Vega.