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SERGIO MARTÍNEZ VILA | Autor y director de teatro y de cine

"Espero poder rodar mi segunda película en Asturias"

"El premio 'Borne' ha supuesto un punto de inflexión en mi carrera y una palmadita en la espalda para seguir adelante"

Sergio Martínez Vila.

El dramaturgo y director Sergio Martínez Vila (Pola de Siero, 1984) estrena esta tarde en el Centro Niemeyer (20.00 horas) su primera película, "La espera", que presentó el pasado 27 de octubre en el Festival Internacional de Cine de Albacete. El asturiano, que vive y trabaja en Madrid, se alzó el pasado octubre con el premio "Borne" de teatro 2015 con la obra "La obediencia de la mujer del pastor".

-Se estrena entre los suyos, ante los asturianos.

-Sí, tenía muchas ganas de que se pudiera dar este encuentro con el público asturiano. Desde que ganamos el premio Gava al mejor largometraje de ficción, el año pasado, estaba soñando con el contacto con el público de Asturias. Todo lo que hago tiene mucho que ver con la naturaleza, con la cultura popular asturiana, con el paisaje, con la espiritualidad pagana asturiana y la mitología y el misticismo. En la sierra de Madrid he encontrado un espacio que me recuerda mucho a Asturias. Siento mucha expectación por cómo va a recibir el público de aquí ese cuento que es "La espera".

-¿Y por toda esa influencia asturiana "La espera" se desarrolla en un bosque?

-La pareja protagonista está buscando una casa en el campo para vivir y para dar a luz en la naturaleza a su hijo. Ellos no saben exactamente qué se van a encontrar. Van hablando con gentes y transitando distintos espacios del bosque, y esa espera tiene mucho que ver con un cambio de mentalidad que llega sigilosamente y sin palabras, como se manifiestan los cambios en la naturaleza. El 85% de la película se desarrolla en exteriores. Quería que estuviese abierta al exterior y a todo tipo de interpretaciones. Esa era una de las premisas principales.

-Pero esos exteriores están en la sierra madrileña, ¿por qué no ha podido ser en Asturias?

-Por razones de disponibilidad de los actores, por el propio trabajo y también por el presupuesto. Cuando la grabamos vivía y trabajaba en Madrid y solo disponíamos de dos semanas para el rodaje. Solo era factible hacerlo al lado de mi casa, en la sierra norte de Madrid. Hicimos la película con lo que podíamos contar en ese momento, con recursos propios y el tiempo libre disponible. Habría sido muy interesante poder haber localizado la película en lugares que conozco bien y que me fascinan en mi tierra. Espero que con mi segunda película pueda dar el salto y rodar en Asturias.

-¿Y qué tiene entre manos?

-Estoy escribiendo el guión de mi segundo largometraje, "Tierra de luz". Es una película mucho más coral, también con la naturaleza como protagonista y ahondando más en los temas que ya planteo en "La espera", cómo la gente puede habitar los espacios naturales desde una conciencia distinta y desde un trato y un respeto con otras formas de vida mucho más evolucionadas. "La espera" es un trabajo muy poco formulado con palabras. "Tierra de luz" será una película más dialogada, teórica y con más contraste de opiniones y personajes. Escribo para una producción un poco más grande.

-¿Qué destaca de su primer largometraje?

-El trabajo de los actores en "La espera" me parece sensacional. Sin ellos la película no existiría, va muy pegada a sus rostros y a sus cuerpos. Sin ellos no existiría como tal y han tenido una grandísima responsabilidad. Les pedí improvisación en los diálogos y han sido creadores muy activos. Los tres actores -Ángela Boix, Niklas Schmich y "El Indio"- hacen un trabajo muy destacable. Ánimo mucho a la gente la vea.

-¿Se queda con el cine o con el teatro?

-Los dos son igual de importantes para mí. El teatro es fundamental porque fue más accesible desde el principio, y además es mi ocupación principal y mi sustento. Los lenguajes son muy distintos, pero complementarios, y ninguno me da satisfacciones mayores que el otro. Ojalá pueda fusionarlos en algún momento. Cuando hago teatro pienso más en palabras, y en el cine se me caen todas. Lo que busco es sugestionarme con la imagen y el sonido, que es lo que busca "La espera".

-¿Qué tal le ha ido con "Perfiles"?

-Sigue su camino, pero ya lleva tres años. Ahora estoy trabajando en otros montajes, entre ellos un monólogo sobre Carrero Blanco ("No temáis, yo vencía al mundo"). Estamos en plena fase de producción, haciendo el casting. Se lanzará en 2017. En cuanto a "La espera", está circulado mucho en la comunidad de Madrid.

-¿Qué ha supuesto el premio "Borne" en su carrera?

-Supuso el creerme realmente que mi carrera había empezado, que se me tenía en cuenta de algún modo. Somos mucho escribiendo y trabajando en esto y un reconocimiento así no llega todos los días, ni te lo esperas si quiera. Ha supuesto un punto de inflexión total y absoluto, es un premio muy prestigioso. Es una palmadita en la espalda que da ánimo para seguir adelante.

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