La comunidad de propietarios del edificio "Carbayedo" -entre la calle Cervantes y la avenida de Portugal- demandó a la empresa de distribución de energía EDP. Considera que debe retirar un centro de transformación de electricidad que, según su criterio, se encuentra en su propiedad. Esto, precisamente, fue lo que se discutió en la primera sesión del juicio que se celebró ayer en Avilés: ¿de quién es el local desde el que la compañía opera? Un perito presentado por la propiedad aclaró que, según la legislación vigente, en el momento en que se levantó el edificio (1979-1980) la empresa distribuidora "podía hacer uso del centro de transformación durante un año". El segundo perito al que se tomó declaración ayer dijo que no había sido capaz de determinar la propiedad del local en el que está el centro de transformación. ¿De quién es? La ausencia de un testigo de la defensa -el constructor del edificio- alargará la finalización del juicio una jornada más. Según se discernió durante la sesión, "no se había podido localizar" al empresario cuyo testimonio es clave para determinar la propiedad del centro de transformación. El representante de la comunidad de propietarios, al término de las intervenciones, se ofreció a localizar al testigo que faltaba.

El pleito entre la comunidad de vecinos y la empresa EDP viene de lejos: de la construcción del edificio. Entonces, la zona alta del barrio del Carbayedo precisaba de un centro de distribución de energía puesto que estaba en plena expansión, es decir, se estaban construyendo muchos edificios. Esta distribución, según relato de la comunidad de vecinos, se hacía desde uno de los bajos del edificio "Carbayedo".

El abogado de los propietarios preguntó a los dos peritos sobre el estado en que se encuentra el centro de transformación. Los dos reconocieron la cercanía de cables de alta y media tensión. También sobre la presencia de una manguera y una rejilla de metal. El perito de la comunidad demandante llegó a decir que por ella "entra agua" cuando se baldea la plaza del Carbayedo. "¿Es peligroso?", preguntó. "Los cables tienen protección y si la tienen no debería ser peligroso, otra cosa es que pudieran sufrir desgastes de roedores", aclaró. El juicio sobre la retirada del centro de transformación proseguirá.