Los nervios y la tensión se palpaban en los camerinos de la Casa de Cultura. Los músicos realizaban los últimos repasos a la partitura y se deseaban suerte unos a otros. No era para menos. Y es que siete alumnos del Conservatorio, además del coro y la orquesta de cámara de cuerda del centro, actuaron ayer en el concierto de fin de curso y el acto de graduación del "Julián Orbón", sin duda una de las citas más importantes del calendario de recitales del centro, y para el que el auditorio presentó una gran entrada, sobrepasando el centenar de espectadores.

El acto fue inaugurado por la directora del Conservatorio, Raquel García, quien en un breve discurso destacó la trayectoria del centro y dio las gracias "a todas las personas" que hicieron posible la buena marcha de la institución desde su creación. "En estos años hubo aciertos y algunos errores que, por tratar de corregir, me han hecho encontrarme con una sentencia", expresó García, quien también afirmó que su equipo directivo defendió "el cumplimiento de la normativa por los alumnos y la calidad educativa". Además, la pianista también aprovechó la ocasión para solicitar "tranquilidad y altura de miras", además de "prudencia" por el bien del Julián Orbón.

Tras las palabras de la directora comenzó el recital, en el que participaron los jóvenes intérpretes, todos ellos de sexto curso de grado profesional -último ofertado por el Conservatorio-, para deleite de un público que pudo disfrutar del arte de la cantera musical avilesina, que ayer dio, con creces, el "do de pecho".