Los impulsores de la construcción de una perrera en Avilés preparan una movilización histórica. Llevan quince años esperando que el Ayuntamiento "cumpla la ley" con la puesta en marcha de este equipamiento; una queja que hacen extensible al resto de los concejos de la comarca y Carreño. Ahora, los colectivos que defienden esta propuesta han dado un paso más y han logrado sumar para su petición a una treinta de entidades sociales, de las que 25 son sociedades protectoras y el resto, colectivos como el grupo ornitológico Mavea, la asociación vecinal del barrio de El Qurinal y Abierto Asturias. Por el momento, han recabado 1.300 firmas y así seguirán hasta que el gobierno local avilesino atienda su reclamación.

Los colectivos firmantes han fijado ya una fecha para recuperar las movilizaciones en defensa de la perrera. La concentración será el próximo día 16 en la plaza del Ayuntamiento, lugar en el que se han convocado la mayoría de las actividades de protesta de los colectivos animalistas. "El Ayuntamiento tiene una obligación legal para atender nuestras reclamaciones, tiene que respetar la ley 3/2002 y, mientras tanto, si sigue sin cumplirlo, seguiremos reclamando lo que es justo", expresa la secretaria y portavoz de la Fundación Protectora de Animales del Principado de Asturias, Alejandra Mier, tras denunciar que el proceso no ha evolucionado, "sino todo lo contrario", tras década y media de reivindicaciones más o menos constantes.

"Avilés y su comarca carecen de un servicio de recogida de animales desde hace cinco años, a pesar de que también es algo obligatorio por ley. Si recogemos las firmas es precisamente por eso, para que se respete la legalidad de una vez por todas", señala Mier, que se ha erigido como líder de los colectivos que alzan la voz para la construcción del albergue de animales. "El Ayuntamiento de Avilés ha de contratar el servicio de recogida o construir un centro para ello, y no hace ninguna de las dos cuestiones", añade la responsable de la Fundación protectora.

La solución pasa por habilitar un terreno municipal para instalar la perrera. Los defensores de los animales aseguran que el Consistorio siempre pone excusas de que "no hay ningún terreno disponible". "Si no son capaces de buscar una solución, apaga y vámonos", critica Mier.

Uno de los requisitos que ha de tener ese terreno municipal es que no sea ni urbano ni industrial, es decir, que sea no urbanizable de interés agrícola y ha de respetar los diferentes planes urbanísticos de cada concejo. "Hace falta voluntad y creo yo que los colectivos no tenemos capacidad para proponer un espacio concreto, ellos conocen el catálogo de terrenos municipales", destaca la portavoz.

La cuestión es sencilla, dice Mier. "Basta con respetar los derechos de los animales y comprender que no puede haber perros ni gatos abandonados por las calles", apunta. "La propuesta que lanzamos, habilitar un espacio para un albergue, no perjudica a nadie, es más es positivo para todos, tanto para los animales como para las personas", señala la portavoz animalista, que añade además que el hecho de que haya perros y gatos, entre otras mascotas, abandonados puede generar algún que otro disgusto a conductores y viandantes. "No creo que a nadie le guste ver un perro morir en una cuneta o que esté tirado en una vía pública", concluye.