Las escuelas taller y los talleres de empleo promovidos por el Ayuntamiento de Avilés a instancias de la Consejería de Empleo no se desarrollarán por el momento. Parte del personal seleccionado se plantó ayer en el registro municipal para reclamar la puesta en marcha de estas acciones laborales (estaba prevista para hoy mismo). Sin embargo, el gobierno local ha decidido solicitar un informe a su servicio de Empleo para determinar la naturaleza jurídica de este personal seleccionado (directores de las escuelas taller y de los talleres de empleo, trabajadores administrativos y monitores). Por eso, ha parado todo el proceso.

Esta pregunta no es baladí, dicen desde los sindicatos. Y es que recientemente, el Ayuntamiento tuvo que asumir como personal propio e indefinido a una persona que había desarrollado su labor en una anterior escuela taller y, además, ha habilitado dos plazas más para cuando se hagan firmes dos sentencias en el mismo sentido. Esto se discute esta mañana en el Pleno.

El problema que se otea en el horizonte es semejante al que se produjo cuando el Ayuntamiento se vio ahogado por denuncias laborales a cuenta de los planes de empleo. El uso del personal para tareas no determinadas en las bases reguladoras de los proyectos obligó al consistorio a emplear a un centenar de personas que reclamaron su nueva condición laboral en los juzgados. Por esta razón, el Ayuntamiento de Avilés promovió un expediente de regulación de empleo (ERE) por extinción de contratos de todas estas personas. Así se convirtió en una de las primeras administraciones locales en echar mano de una medida tan extraordinaria.

El Ayuntamiento de Avilés se presentó a las subvenciones para realizar escuelas taller y talleres de empleo. Hace dos semanas seleccionó al personal que iba a emplear. Este tipo de proyectos laborales tienen un objetivo principal: la formación laboral.