Siete de cada diez españoles busca alojamiento para disfrutar de sus días de vacaciones en la red, según una encuesta elaborada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). En la comarca avilesina, esta búsqueda online lleva a los viajeros a contactar con numerosos propietarios que de junio a septiembre ofrecen sus pisos a precios similares a los registrados en el Mediterráneo. El coste de los alquileres en temporada alta roza los cien euros al día por una casa de dos habitaciones en primera línea de playa, supera los novecientos por una semana de julio y llega hasta los 2.000 por un mes en agosto. Estos precios bajan considerablemente en septiembre y fluctúan según la ubicación de la vivienda: se paga más si el piso está cerca de la playa.
Tras unos años a la baja, el alquiler turístico ha remontado y prueba de ello es que muchos arrendadores de Luanco (Gozón) y Salinas (Castrillón) ya tienen sus viviendas ocupadas para los "meses fuertes": julio y agosto. Ambas localidades son las que presentan mayor demanda seguidas por San Juan de la Arena (Soto del Barco). En estos municipios costeros los arrendadores ponen a disposición de sus clientes casas de dos o tres habitaciones próximas a las playas y casi siempre amuebladas, un requisito casi indispensable para tener éxito con el alquiler estival.
La mayoría de las personas que alquilan casas en la comarca avilesina suelen ser turistas asiduos que, generalmente, dejan los alquileres apalabrados de un año para otro. En Semana Santa muchos turistas viajan también hasta la comarca con el objetivo de encontrar una casa de veraneo. Los inquilinos estivales suelen cerrar sus tratos en el mes de mayo y el mes de veraneo por excelencia es agosto.
La demanda de casas o chalés en la franja costera como, por ejemplo, Naveces o Santa María del Mar, ambas localidades ubicadas en Castrillón, también ha crecido este año. En estas localidades como ocurre en Bañugues (Gozón) o La Ferrería (Soto del Barco) los precios son relativamente más asequibles. Por una vivienda en Naveces se piden alrededor de setecientos euros por una semana de julio. En Corvera, Illas o Avilés el alquiler de viviendas con fines turísticos es mucho menor, al igual que la oferta. Los veraneantes buscan playa a pocos metros en localidades en las que abunde la programación estival para los distintos públicos.
