La Policía Local de Avilés amaneció con un conductor dormido al volante de su vehículo estacionado a la puerta de la jefatura, en una de las plazas reservadas en la calle José Cueto para los coches patrulla. Dicho piloto, bajo los efectos de bebidas alcohólicas, condujo alrededor de 150 metros en sentido contrario por la calle José Cueto y en un momento dado decidió aparcar su coche a la puerta del cuartelillo, siempre según medios policiales.

Los agentes le sometieron a la correspondiente prueba de alcoholemia y el conductor arrojó casi tres veces por encima del máximo legal permitido, según las mismas fuentes. El piloto, de 32 años, pasará en las próximas horas a disposición judicial. Los hechos sucedieron cinco minutos después de las ocho de la mañana.