"Hay que tener mucho cuidado con los críos para que no metan el pie en el bache y se vayan de bruces al suelo". Con estas palabras mostraba su malestar una mujer asidua al parque de Ferrera, a donde acude con su hijo a la zona de juegos, un espacio visiblemente deteriorado con socavones en el pavimento de caucho y al menos uno de los balancines roto. Su queja no es la única. En el parque infantil del Quirinal, uno de los que registra mayor actividad en Avilés, son muchos los padres que solicitan mejoras en el suelo de caucho, también con socavones. "Hay un bache casi a los pies del tobogán y es peligroso para los niños porque se pueden hacer daño", protesta un abuelo al cuidado de su nieta en este espacio.

En el parque del Quirinal contrasta la ampliación de la zona de juegos, que está en perfecto estado de mantenimiento, con la primitiva, gastada por el uso. Otros parques avilesinos que necesitan mejoras son el del Nodo, donde no hay un solo árbol que permita a los menores y adultos resguardarse del sol, o el de Jardín de Cantos, comido por la humedad en algunas zonas próximas al tobogán y los columpios.

En Avilés existen actualmente veintiocho parques infantiles distribuidos en el centro de la ciudad y en los barrios. El último que se inauguró fue el de La Luz, en la calle de Francisco Pizarro. Este año el Ayuntamiento destinará 115.000 euros para ampliar y mejorar las zonas de juegos infantiles en los parques del Carbayedo, Versalles y La Carriona.