Las abejas exploradoras están que no paran. Desde hace días buscan un buen sitio para su "reina" y les vale casi cualquier rincón urbano para anidar. "Las exploradoras buscan la ubicación, habitualmente en madera, pero se pueden quedar en el primer sitio que encuentren siempre que sea habitable", explica el apicultor avilesino Jorge Rubio. La comarca parece gustar especialmente a estos animales polinizadores, que últimamente traen de cabeza a los bomberos del parque de Avilés. En los últimos días, estos profesionales han protagonizado un sinfín de salidas por la presencia de enjambres en cornisas de edificios, terrazas, cajas de persianas, árboles y también farolas.

Los barrios del Carbayedo y Versalles, en Avilés; varias calles de Piedras Blancas, en Castrillón, y la parroquia de Cancienes, en Corvera, son las más afectadas por la presencia de enjambres. "La gente tiene miedo a las abejas, aunque no suelen atacar salvo que se les moleste", explica un apicultor corverano, que recomienda en cualquier caso avisar de los nidos a las fuerzas del orden para evitar sustos. De la misma opinión es Jorge Rubio, que días atrás se llevó a casa una colmena retirada por los Bomberos.

"Les pregunté qué hacían con los enjambres y me respondieron que solían llevarlas al parque y, una vez allí, llamar a apicultores. Al decirme eso fui a casa, cogí la colmena y me lo llevé", explicó. Rubio tiene catorce colmenas más desde hace unos tres años.

Los expertos achacan la presencia de más abejas que el año pasado en la comarca al "excesivo buen invierno". "Se reproducen más, crían más y están muy fuertes", manifiestan. Con la proliferación de abejas, los amantes de la sidra están de enhorabuena. Greenpeace advirtió hace ya un par de años del alto grado de vulnerabilidad de las pomaradas de la región ante la pérdida de estos insectos por el uso, principalmente, de plaguicidas. La polinización de insectos supone en Asturias alrededor de nueve millones de beneficio inducido, de los cuales 96,5 por ciento está vinculado al sector frutícola, según los defensores de estos animales que hacen piña en casi cualquier rincón.