La junta directiva de la asociación de madres y padres del Instituto de La Magdalena concluye su mandato tras cinco cursos de actividades formativas e informativas: escuela de padres, talleres, excursiones, visitas guiadas y la puesta en marcha del banco de libros, la labor de la que el equipo integrado por cinco mujeres y dos hombres se siente más orgulloso. "Fuimos el primer instituto de Avilés en crear el banco de libros. Empezamos en el curso 2011 / 2012 con 96 volúmenes que se entregaron a 29 alumnos. En el que ahora concluye hemos recogido un total de 636 que han llegado a 278 estudiantes, aproximadamente la mitad del alumnado del centro", indica la presidenta, Aurora Muñiz. "Esta iniciativa supone un ahorro económico importante y también ayuda a cuidar el medio ambiente. El objetivo se ha conseguido, la gente se ha mentalizado y ya todos quieren libros reciclados", explica Nieves Miguel.
Frente al éxito que ha cosechado este proyecto, los miembros del Ampa se lamentan de dos aspiraciones que no han podido hacer realidad y por las que llevan luchado varios años: contar con un programa de actividades extraescolares en Secundaria en la línea de las existentes en Primaria y que los institutos oferten servicio de comedor. "La Secundaria es una etapa obligatoria, los alumnos aún son muy jóvenes y consideramos que ambas prestaciones ayudan a favorecer la conciliación familiar", comenta Eva María Clemente.
El taller de lectura es otra de las actividades de las que "presume" la junta directiva saliente. Inició su andadura en 2012 con la colaboración de Pedro Gilthoniel, bibliotecario del instituto, y continúa con la de Jara Cosculluela. La lectura de un cuento de Gonzalo Moure sirvió para arrancar este programa que contó con la presencia del propio autor. Igualmente, otro título del escritor nacido en Valencia y residente en Asturias cerró este curso el taller, en el que también participó el escritor y periodista. Entre ambas fechas, una larga lista de obras conformaron este encuentro literario en el que estuvieron presentes Sofía Castañón o Daniel Rodríguez, entre otros literatos, recuerda Manuel Miranda.
El vicepresidente del Ampa del IES La Magdalena, gran aficionado a la repostería, no quiere dejar pasar por alto la trayectoria que ha tenido el taller de cocina en el que la junta directiva ha invertido, dicen sus componentes, muchas horas de trabajo. "Creamos una escuela cooperativa de cocina internacional en la que participaron los padres y sirvió para acercarlos al centro. Con ella también se hacía un trabajo de divulgación de los distintos países de procedencia de los alumnos y sus familias o de las diferentes comunidades autónomas", explica Miranda.
Si bien el grueso de las actividades programadas se han dirigido principalmente a los padres de los estudiantes del instituto, las puertas del centro han estado abiertas a cuantas personas han querido sumarse a los talleres y a las charlas. Con todo este programa, el Ampa ha contribuido a cambiar la imagen del centro, dicen sus componentes.
Ya a punto de despedirse, lanzan una pequeña reprimenda a la baja participación en general de los padres. "Nos han apoyado, sí; de hecho el número de socios se ha duplicado en este tiempo; somos 170, pero no han acudido como hubiéramos deseado", confiesan. En cuanto a los profesores, dicen igualmente que no han asistido a las actividades. "Los docentes de los colegios son más participativos que los de los institutos en la programación de las Ampas", comentan los integrantes del colectivo que ya han pasado el testigo a quienes llevarán las riendas el próximo curso. Ayer, este equipo se despidió a ritmo festivo, con una gran paella de convivencia y una fiesta de la espuma que marcaron el fin de curso del IES La Magdalena.
